Le rompió el invicto

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
• 08/11/2007
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Peñarol tenía un invicto como tesoro, donde curaba heridas y solucionaba problemas. Una vez roto, todo lo que estaba mal no se esconde más, sale a relucir y pasan cosas como las de anoche en el polideportivo, cuando la gente lo despidió con silbidos y en las plateas con insultos a los dirigentes.

Boca forzó esta situación llevándose el último bastión incólume que ostentaba el milrayitas bajo el mandato de Sergio Hernández, con un 11-0 el Polideportivo siempre había visto a la gente de Peñarol retirándose con sonrisa ganadora. Hasta anoche.

Boca no jugó de maravillas, pero dominó todo el juego, no fue tremendamente superior, pero fue más claro, más simple, y más efectivo que su rival. ¿Peñarol?. Difícil de calificar. Apenas una sombra, un bosquejo con trazos pocos visibles del equipo que quiere ser.

De todos modos es justo decir que no hay magia de por medio. Peñarol terminó con 26 puntos el primer tiempo por cuatro aristas:

1) La defensa de Boca

2) Falta de claridad en ataque

3) Malos porcentajes de cancha

4) Mala suerte

Algunos piensan que la mala suerte no existe. No se pretende discutir este punto, solo basta con graficar que llamamos mala suerte a los bandejas erradas de contraataque y los ganchitos fácil sin oposición y llamamos “malos porcentajes de cancha” a los tiros tomados (contestados o no por la defensa) por los sistemas propios del ataque. La “falta de claridad” es cuando no se deja ver (acaso porque no lo hay) una línea de juego. Luego la defensa extraordinaria de Boca rompió varias de las cosas que intentó Peñarol con una gran scouting individual y la ejecución de sus jugadores.

Si no se juntan estos cuatros ítems (y no otros o parte de ellos) no es posible dejar a Peñarol en 26 puntos en un tiempo. Ni todo es por mérito de la defensa de Boca, ni todo por el mal ataque. Muchas cosas pasaron en la vida de Peñarol para esos magros 26 puntos.

Por su lado, Boca supo como lastimar mejor y más fácil. Utilizó a Leo Gutiérrez como arma de punta (3/4 en dobles, 3/6 en triples y 4/5 en libres en el primer tiempo) consiguiendo él solo 19 de los 40 puntos de su equipo. Boca no tenía respuestas desde el banco, pero Peñarol no tenía respuesta en ningún sentido. El local tomó la friolera de 13 rebotes ofensivos tiró 7/28 en dobles y 3/12 en triples. Con un 25% de cancha no se puede aspirar a ganar.

Lógicamente el segundo tiempo Peñarol consiguió por acto natural mejorar sus cualidades ofensivas, con algunos aspectos a marcar. Román González jugó 15 minutos del primer tiempo ( y mal) y el entrenador no lo puso más. El segundo tiempo y el partido se irían sin él en cancha.

El frontcourt de Peñarol unió a Román y Jasper Johnson, luego a Scales y Ale Diez y finalmente a Jasper y Ale Diez. Salvo el pibe Diez (12 pts, 9 reb. y una excepcional marca a Leo Gutiérrez en el 2to tiempo), el resto quedó en deuda. Jasper se va yendo del equipo ¿Y Román?. En el banco.

Cequeira se hizo dueño del partido en el tercer cuarto, cuando Diez contenía a Leo, el banco de Boca era un largo cero en todo, lo bancaban los titulares. Jasper Johnson le ponía ganas, intensidad, buscaba y buscaba. Pero encontró muy poco. Eric Rodríguez no aportó nada y Mata (jugó los 40 minutos) se debatía en el duelo con Ryan Carrol (salieron empatados). Con la aparición de Picarelli y tres secuencias defensivas consecutivas Peñarol metió un parcial 7-0 en 1 minuto y 10 segundos para cerrar el tercer cuarto 21-14 y la diferencia solo a 7 (47-54).

El tramo final fue intenso. Parecía que Peñarol lograba equilibrar el tanteador con un poco de Mata (4 pts) y otro de Tato Rodríguez (5 pts). Se puso a 5 (57-62). Pero Boca recuperó gol con rápidas intervenciones de Fernando Funes, quien fue el único jugador del banco que le brindó soluciones ofensivas a Piccato. Funes pasó por arriba la marca de Sebastián Rodríguez y anotó 9 puntos hasta sacarlo incluso por 5 faltas al base de Peñarol.

Luego un triple de Gustavo Oroná y otro de Leo Gutiérrez liquidaron el partido. Para Peñarol no hubo nada que torciera la historia. Ni ideas, ni individualidades. En el cierre se fue diluyendo con el partido y dejó una pobre imagen. Boca ganó bien, otra vez a Peñarol, como para estirar el karma y encima dejarle de regalo un mundo lleno de problemas por resolver.

Síntesis
Peñarol (65): Sebastián Rodríguez 18 (x), Eric Rodríguez 0, Marcos Mata 12, Jasper Johnson 9 y Román González 5 (FI) Lucas Picarelli 7, Alejandro Diez 12, Byron Wilson 0 y Jervaughn Scales 2. DT Sergio Hernández.

Boca Juniors (76): Luis Cequeira 16, Ryan Carroll 14, Gustavo Oroná 7, Leo Gutiérrez 24, Alejandro Alloati 6 (FI), Quentin Smith 0, Julián Aprea 0, Leonel Schattmann 0, Juan Pablo Sartorelli 0, Fernando Funes 9, Federico Aguerre 0. DT Gabriel Piccato

Parciales: 14-27, 26-40, 47-54, 65-76
Árbitros: Daniel Rodrigo - Oscar Britez

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (1300 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)
Pablo Tosal
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