Hablemos de básquet

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
• 15/05/2008
• (13 comentarios )

Según mi particular visión el juego del básquetbol es el segundo deporte más táctico del mundo. El primero es el football americano. El juego del fútbol (el soccer) es el más hermoso del universo, porque la complejidad de jugarlo con la misma parte del cuerpo con que uno se traslada. Obvio que el fútbol profesional que se práctica hoy da asco, pero es el juego ideal.

Disfruto mucho del Ajedrez, y lo pongo así con mayúsculas, porque es un juego lo suficientemente complejo como para no entenderlo nunca. El Básquetbol es lo más parecido que existe al ajedrez en movimiento. A toda velocidad, a los palos, en el aire, con o sin dominio de balón pero siempre pensando lo que se debe hacer. El básquetbol lo tiene todo. Es infinitamente más bello que el otro deporte complejo inventado por los yanquis (el football americano).

Sobre el básquetbol podemos charlar horas y no llegaremos a desmenuzar todo lo que puede darnos. Pero en estas horas de finales de liga, en donde muchos hinchas de otros equipos se dedican a disfrutar de ver el partido sin el condimento de la penuria pasional, se hace indispensable marcar ciertos aspectos que parecen totalitarios. Las defensas no sacan campeón a ningún equipo. Si fuera así contraria a 5 atletas que corran y marquen y sería campeón todos los años.

La frase que valora a la defensa se desprende del siguiente concepto: cuanto más equilibrado es el poderío de los dos contrincantes más necesario es hacer diferencias con la defensa. Pero no es lo mismo Jorge Benítez que Robert Battle. No son iguales Cleotis Brown que Sebastián Castiñeira. En la liga nacional las diferencias entre jugadores son importantes.

Libertad domina porque tiene cinco buenos jugadores que poseen la mayor de las virtudes: saber atacar. El aditamento especial es que además defienden y lo disfrutan haciendo. Cleotis Brown tiene un talento mágico para atacar pero se olvida de los 24 segundos defensivos.

Pero si se mira bien el partido, aunque Libertad dominó las acciones y forzó menos sus ejecuciones al aro, si no tiene a un hombre como Laron Profit difícil se le hubiese echo sacar diferencias. Libertad juega bien y cuando se le complica se la da a Profit.

Siempre es necesario tener en un equipo un jugador que por sus condiciones naturales pueda resolver lo que como equipo a veces se traba.

La riqueza del básquetbol en lo táctico, (con esto empezamos la nota) hace que cada decisión que el técnico tome pueda terminar mal por múltiples factores pero tres de ellos son salientes:

a) Mala decisión táctica contra el rival de turno

b) Mala ejecución

c) Momento inadecuado para hacerlo

Fabio Demti, sabe que en la temporada Libertad tuvo sus mayores problemas a la hora de atacar zona durante todo el año. El saldo de la zona que instrumentó no fue malo al principio con cajón y uno ya que le sirvió para parar frenar la escapada de Libertad (había sacado 16) y luego recortar la diferencia. El problema fue la “chacarera” zona 2-3 que luego mostró un equipo dejando espacios excesivamente grandes.

Marcar zona no significa regalar el tiro perimetral. Muchas defensas individuales con sus rotaciones defensivas hacia el juego interior regalan mucho más el tiro abierto del lado débil que las zonas 2-3. La zona no significa el festival del triple. Pero la zona que implementó Quimsa en la noche del miércoles estuvo mal ejecutada. Ideológicamente fue buena, pero mal hecha.

¿Debería olvidarse Quimsa de marcar zona?. De ningún modo, lo que si tiene que hacer urgente es corregirla o Libertad se volverá a sentir cómodo ante esa defensa.

Ya que estamos hagamos un párrafo para el concepto de Defensa.

Una defensa no significa negarle al rival la posibilidad de convertir, sino de hacerlo tomar malas decisiones.

Una defensa busca hacerse fuerte por un lado y obligatoriamente regala algunos detalles por otro. No se puede marcar todo y negar todo. Pero es importante que el rival tome los tiros que no son naturales de sus ofensivas. Esto es lo que logró Libertad en el juego uno. De todos modos a la hora de ir a buscar el partido Quimsa lanzó 6/22 en triples (27%).

Lo que hacen muy bien los muchachos de Lamas es acordarse de memoria todo. Saben cuando tienen que atrapar, cuando no, cuando se cierran, cuando van a buscar más arriba. Es un equipo muy bien entrenado para no perdonar errores del rival. Los obliga a cometerlo, pero lo único que no pueden hacer con la defensa es negar que el rival tire, es una verdad un tanto estúpida pero es así: el rival lanzará igual. Lo mejor que hace Libertad es que el rival tire el tiro más antinatural posible.

Pero saldrá campeón el que meta la bola. El que haga más punto, el que logre aún bien marcado tener buenos porcentajes. Saldrá campeón el consiga, bajo situaciones de extrema presión, ese mágico e impagable momento del talento natural machacando un aro.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal - desde Sunchales
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