Estudiantes sabe lo que es hacer visitas incómodas, y tan mal no le ha ido... En los play offs de la temporada pasada, Boca se llevó un juego de Olavarría en la semifinal, y el bata lo liquidó dos partidos después en “La Bombonerita”; también lo hizo Libertad en el inicio de la serie final, y luego el bicampeón de la Liga Nacional se lo sacó de encima con mucha facilidad.
Será cuestión entonces de recuperar la mística, esperar que Gabriel Díaz reaparezca sobre el tablado, para que Estudiantes no se convierta en la gran sorpresa de esta última etapa y decisiva del campeonato.
Lo sabe Sergio Hernández, el entrenador jefe del equipo olavarriense, y lo sabe Ariel Amarillo, su asistente. Así lo hicieron saber el domingo, tras la dolorosa bofetada que le propinó Belgrano en el Gran Gimnasio del Parque Carlos Guerrero, cuando le ganó 88 a 78.
“Esta es una serie larga, y si el domingo nos hubiésemos puesto 2 a 0 estaría definida, así que tampoco la vamos a dar por terminada ahora. Simplemente tuvimos una pésima noche. El equipo no está jugando bien, está sintiendo el cansancio y la ausencia de Gabriel Díaz, pero todos los que estamos en este grupo tenemos experiencia en estas cosas, y sabemos que hay que descansar, dejar pasar la bronca, y tratar de ganarle el miércoles (por mañana) a Mavort, por la Liga Sudamericana. Recién después vamos a poner la cabeza en los dos partidos que vamos a jugar en San Nicolás”, dijo Sergio Santos Hernández.
El bahiense profundizó su análisis en la merma física que se le nota a su equipo. “Aparentemente estamos sintiendo el desgaste. No podemos desarrollar a pleno nuestra presión; aguantamos un rato, pero después nos caemos, y el cansancio nos hace cometer errores muy infantiles, que agrandan al otro equipo. Y en esta etapa de play offs no hay nada peor que apretar a un rival en nuestra cancha y que se dé cuenta de que no estamos fuertes”, enfatizó.
Sergio Hernández dejó sentadas sus prioridades. Primero Estudiantes tiene que “ganarle al Mavort por la mayor diferencia, para asegurarnos la ventaja deportiva en los play offs”.
Se refirió al partido de vuelta por la Liga Sudamericana con los ecuatorianos y evitó aflojar su discurso, a pesar de la paliza de Quito. “Al Mavort hay que jugarle a ganar. No va a ser un entrenamiento, ni nada por el estilo. Hay que respetarlo, porque por algo dejó afuera a un equipo brasileño; por algo le ganó por 20 puntos a un equipo venezolano y por algo terminó arriba de los 105 puntos en la fase inicial. Tenemos que confiar en nosotros, pero también debemos respetar al rival”, afirmó.
Su brazo derecho, Ariel Amarillo, llamó a “no dramatizar” la derrota ante Belgrano y “tratar de dar vuelta la cosa”, pero aceptó que “indudablemente Belgrano hizo las cosas mejor que nosotros. Hizo un buena defensa y ofensivamente tuvo las cosas más claras. Por lo contrario, nosotros no pudimos resolver el problema defensivo, y no estuvimos muy felices en ataque. Hay que seguir trabajando para dar vuelta la serie. No es imposible traer los dos juegos de San Nicolás, o por lo menos uno. Además depende sólo de nosotros”.
Amarillo comparó el futuro de Estudiantes en los playoffs con una situación muy similar vivida en el cierre de la instancia previa. “A la última fecha de la fase regular ellos llegaban con un invicto de catorce partidos en su cancha, y nosotros veníamos de una derrota bastante abultada en Sunchales, pero les ganamos con mucha autoridad. Así que no hay motivos por los cuales no podamos volver a ganar en San Nicolás”, estimó.
Para el asistente de Hernández, este grupo tiene la suficiente experiencia como para no dejarse caer por un resultado en contra. “Acá hay jugadores con quinientos partidos en la Liga Nacional, que en los momentos más difíciles fue cuando salieron mejor parados”, señaló.
Daniel Lovano, diario “El Popular”
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