Aunque las cosas venían mal desde el año pasado, cuando Maffei se peleó con Luis Villar y, en algún momento, también con Mariano Ceruti, los problemas más graves ocurrieron durante esta temporada, y saltaron a la vista de todo el mundo en el cuarto partido, cuando por poco se va a las manos con Ceruti en medio del juego.
Aunque nadie salió públicamente a decir lo que pasaba (siempre evadieron contar lo que ocurría), la relación entre Maffei y los jugadores estaba totalmente desgastada, principalmente con los dos nacionales más importantes (Ceruti y Sucatzky) y con otros como Ferrari.
Como Sucatzky tenía contrato y la idea de los dirigentes es que Ceruti se quede, intentaron juntar a las partes para llegar a un acuerdo de convivencia pero se dieron cuenta de que era inútil, y optaron por no renovar con el entrenador.
En declaraciones al diario El Tiempo, de Sunchales, Maffei dijo que “sinceramente no entiendo la decisión, porque me bancaron a muerte cuando se dio la crisis que perdimos siete partidos y después tuvieron la satisfacción de un subcampeonato. Si me bancaron en aquel momento, era lógico pensar que después de los resultados seguirían manteniendo la confianza, por eso no entiendo esta decisión”.
Aunque los dirigentes no hablaron nada todavía sobre posibles reemplazantes, uno de los mayores candidatos al puesto podría ser Mario Guzmán, cuya continuidad en Independiente es poco probable. En su momento, les había interesado Néstor García, pero habrá que ver si todavía mantienen esa contratación como opción.
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