Parece que Vinny Del Negro deberá trabajar más de lo que pensaba con sus Bulls. Anoche, cayeron ante los Boston Celtics por 96 a 80 y mostró un pésimo nivel, tanto en ataque como en defensa.
Boston se fue ganado el primer tiempo 49 a 31 casi sin despeinarse. No necesitó de mucho esfuerzo para establecer esa máxima de 18 puntos en los primeros dos cuartos, solo disciplina defensiva y hacer valer su peso específico en ataque.
Chicago tuvo mucho que ver con el equipo que decepcionó la temporada pasada: Sin rumbo en el aro de enfrente, poca resistencia en el propio. Los dirigidos por Del Negro lanzaron para un 22% debido a malas decisiones y a la falta de puntaría al momento de tomar tiros abiertos.
Todos los Bulls despintaron el aro: Tyrus Thomas tiró 1/10, Luol Deng 1/7, Ben Gordon 0/4. Andrés Nocioni había tenido poca actuación (así fue en el resto del encuentro) ya que abandonó la cancha a falta de 9:33 para el cierre de la primera mitad por 3 foules. El Chapu finalizó el partido con 3 puntos (1/4) en 13 minutos. Luego saldría por faltas.
Los Celtics no dejaron las riendas del juego en ningún momento. Impusieron la jerarquía de su tridente y desgastaron en cada aspecto del juego a su rival. Kevin Garnett fue el más destacado del encuentro con 18 puntos (7/11) y 10 rebotes, y tuvo su merecido descanso en el último cuarto. Paul Pierce, Ray Allen y Rajon Rondo lo siguieron con 14 cada uno. Los dirigidos por Doc Rivers tiraron para un 43,8%, mientras que Chicago lo tiró 25 de 84 (29,8%).
Del Negro dejó mucho tiempo en cancha a Thomas y éste nunca le respondió: Fue un freezer (2/17) y sumó 11 puntos más 6 rebotes. Tampoco se entendió porqué sacó a Derrick Rose en el tercer cuarto. Si bien la remontada de los Bulls era utópica, el rookie lideró a los suyos un parcial de 8-0 (4 pts y 1 robo) que había acortado la diferencia a 16 (39-55).
Rose fue de lo mejor en la visita con 18 puntos y 6 de 14 en tiros de campo. Gordon, que terminó 3/10, sumó 11 tantos.
El juego continuó por el mismo camino, con un Chicago sin brújula y con los Celtics a media máquina. De esta manera, los campeones defensores continúan invictos (2-0) tras la trabajada victoria del martes ante Cleveland. Los Bulls, mientras tanto, están 1-1, pero con un gran dolor de cabeza.
Se le cortó la racha
Sin la presencia de Emanuel Ginóbili y Fabricio Oberto, los San Antonio Spurs obtuvieron su segunda derrota consecutiva de la temporada al caer frente a los Portland Trail Blazers por 100 a 99 como visitante. De esta manera, los locales cortaron una racha de 12 derrotas al hilo ante los texanos.
El equipo de Gregg Popovich tuvo en sus manos la posibilidad llevarse el triunfo; Más precisamente en las manos de Michael Finley, quien falló un tiro sobre la chicharra. Con esta derrota, los Spurs arrancan la temporada 0-2 por primera vez desde 1996.
Brandon Roy fue el más destacado de este joven y talentoso equipo de Portland, que no contó con la presencia de Greg Oden, quien se lesionó en su debut ente los Lakers y tendrá un mínimo de 2 semanas de recuperación. El escolta fue autor de 26 untos, 7 asistencias, 5 rebotes y 3 robos de balón en 35 minutos. Su ladero, LaMarcus Aldridge, lo acompañó con 23 tantos. El novato Nicolas Batun cerró su planilla con 12 tantos, mientras que Travis Outlaw sumó 11.
En San Antonio, Tim Duncan y Tony Parker volvieron a mantener al equipo como ante Phoenix, partido en el que se despacharon con 32 puntos cada uno. Anoche, el de Islas Vírgenes terminó con 27 y 10 tableros, al tiempo que el base francés fue autor de 24 puntos y 11 asistencias. Finley metió 16 y Roger Mason 14.
El próximo partido de los Spurs será el martes, otra vez en casa, ante los Dallas Mavericks. Hasta el momento no está confirmada la presencia de Oberto, quien no fue parte del equipo anoche en el Rose Garden debido a su arritmia cardíaca. Manu todavía tiene hasta Diciembre.
Foto: Gentileza ESPN.com
Sebastián Ciano
www.pickandroll.com.ar
The Tark 01/11/2008
Te quedás corto Sebastián, lo del Bulls se emparentó con la vergüenza. Gordon, que no le pasaba la bola al Chapu, se empecinó en querer demostrar lo que nunca llegará a ser; un elegido. Cualquier equipo de nuestra liga le hacía más partido a Boston.
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