Lo mejor que tiene el clásico es su gente

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 21/09/2009
• (132 comentarios )

Recorriendo en la memoria el largo y riquísimo historial del clásico cuesta encontrar un partido como el de anoche. Hubo poca gente, muy poca. Dos mil quinientas personas (se vendieron 2489 entradas) no es un marco acorde para un clásico, pero si las entradas eran caras, el espectáculo las puso aún más cara. La gente en las tribunas, los verdaderos hinchas de cada club, que nada tienen que ver con los vándalos, hartos de que los equipos hagan de la cancha un ring de boxeo brindaron un verdadero espectáculo.

Y no es demagogia, lo digo en primera persona porque es la realidad. Muy fácil sería quedar bien con los jugadores y llenarlos de elogios. Ellos mejor que nadie saben que se jugó mal, que no fue bueno el partido (en realidad fue malo), y que están en deuda. Mucho más Quilmes que Peñarol, eso está claro. Pero que pobre fue el partido!

Cuando terminó el primer tiempo se acercaban al puesto de trabajo colegas y amigos, para saludar y no hubo uno que no tenga ganas de irse. En ese contexto jugado con escaso nivel técnico y falta de ideas Peñarol sacó ventajas teniendo una defensa más dura y aprovechando los huecos que dejó su rival que atacando mal defendía en consecuencia.

Peñarol jugó mal, se floreó y ganó por 20. Eso habla de cómo jugó Quilmes.

Se podría hacer un recuento cronológico del partido, pero supongo que ambos técnicos se querrán olvidar rápido de lo que pasó (y nosotros también). Es preferible puntualizar algunos aspectos de cara al futuro:

Brian Woodward jugó de extranjero. Tuvo inteligencia y picardía para atacarlo a Edwards en defensa, cuando le cambiaron la marca salió a tirar y metió un triple y si no generó con sus rompimientos espacios que no fueron aprovechados porque Peñarol tuvo una noche horrible con el aro (5/26 en triples, 19%)

Peñarol tiene gol en todas las posiciones, no depende de un jugador y alternativamente va encontrando soluciones. A veces por capacidad individual, a veces termina elaborando un buen juego estacionado, pero sobre todo tiene jugadores capacitados para sacar en dos pases un contraataque letal. Aprovechar los errores del rival es un síntoma de inteligencia.

Peñarol no jugó bien, sobre todo en el primer tiempo. Forzó situaciones, no encontró tiros claros. Fue muy lento a la hora de poner la bola en el juego interior para seguir jugando. La defensa de Quilmes lo complicó siempre. Tres triples consecutivos hicieron un pequeña diferencia en el cierre de la primera mitad, pero fue un maquillaje a una pobre performance. Después aprovechó la noche de Quilmes. La ventaja fue lógica y consecuencia del rival.

En Quilmes el análisis es más largo. En principio un partido malo es parte de la rutina. Lo puede tener cualquier equipo y las alarmas no serán mayores que esa. Sucede que en la búsqueda de ir encontrando todos los días un poco más al equipo deseado, De la Fuente chocó con un mar de problemas a la hora de tener que conseguir con sus nacionales soluciones.

Hace siete días había dejado otra imagen. Se había hecho fuerte en defensa, lucía mayormente ordenado. Pero anoche repitió muy poco de lo bueno y buceando en las cualidades que pudo haber tenido, solo encontraremos aspectos positivos en su defensa.

La defensa de Peñarol no le dio ventajas a Edwards ni Assie. Sin ellos Quilmes pareció un equipo de TNA. El nuevo extranjero Daaron Brown tiene muy poco para dar, algo en defensa casi nada en ataque y en Quilmes no hay quien se haga cargo. Incluso se nota que falta un líder nacional. Esteban López (el capitán) es suplente y en la cancha el que más habla es Assie.

El alero tirador titular de Quilmes, Juan Cangelosi, no tomó un solo tiro al aro en 23 minutos de juego. Lo pueden haber marcado jugadores más altos en contextura, pero su responsabilidad con el aro fue nula. En su reemplazo Facundo Piñero lo hizo mejor. Metió 2/6 en triples (dos salieron de adentro) pero erró 5 dobles. De todos modos al menos la búsqueda estuvo bien.

Son pocos los equipos que pueden atacar mal y defender bien. Atenas es uno de los pocos ejemplos. Que la defensa vuelva bien plantada y sigue concentrada y firme después de un mal ataque sólo los grandes conjuntos lo logran. Quilmes debe acostumbrarse que si su poder de gol es poco, no puede volver mal a su regreso, ni dejar de luchar y estar concentrado. Es lógico que la frustración genere indecisiones pero Peñarol fue piadoso anoche y solo le sacó 20. Podría haber sido peor.

Finalmente la única manera que hubo anoche de entretenerse era ver que pasaba en las tribunas, que le dieron un color al clásico como si estuvieran jugando la final de la Champions League.

Las plateas y populares lucieron más desnudas de lo habitual, no es un buen marco 2500 personas, pero se nota que anoche estaban los verdaderos hinchas. Se comportaron bien y alentaron siempre. Los hinchas de Peñarol sorprendieron con un nuevo canto de aplausos arriba de la cabeza (a la brasileña) dando un gran espectáculo, mientras que los de Quilmes no pararon de gritar ni perdiendo hasta por 30 rindiendo un gran tributo a su amor. El clásico sigue vivo, a pesar que a veces el partido en la cancha no lo parezca.

Síntesis
Quilmes (58): Martín Müller 3, Carl Edwards 19, Juan Cangelosi 0, Brice Assie 9 y Nicolás Romano 12 (FI); Dragan Capitanich 2, Daaron Brown 2, Esteban López 0, Facundo Piñero 6 y Leonardo Peralta 5. DT: Esteban De la Fuente.

Peñarol (78): Raimundo Legaria 3, Brian Woodward 24, Sebastián Vega 13, Leonardo Gutiérrez 11 y Martín Leiva 10 (FI); Alejandro Reinick 4, Marcos Mata 0, Sebastián Rodríguez 4, Alejandro Diez 7 y Facundo Campazzo 2. DT: Sergio Hernández.

Parciales: 13-19, 27-40 y 38-66.
Arbitros: Pablo Estévez y Juan Fernández.
Estadio: Polideportivo Panamericano (2500 espectadores)
Crónica: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)

El Dulce sabor de la derrota

Anoche, en la Fortaleza, Libertad se quedó con el clásico de la ciudad 70 a 69 en un juego apasionante. Unión tuvo la última bola para ganar el partido pero prefirió tenerla y meterse en la siguiente ronda. El goleador fue Williams con 23.

Los Tigres mostraron una cara muy distinta a la del último clásico en el arranque del juego. Un gran trabajo en defensa que le impedía al local meter la bola en la zona interior. En ataque, la visita tenía como abanderado a Cleotis Brown que estaba muy certero. Los aurinegros llegaron a sacar 15 de luz en los primeros diez minutos mostrando una gran actitud principalmente en defensa. El primer parcial se cerró a favor de Libertad 22 a 12.

Los segundos diez minutos serían parejos. James Williams era incontrolable en la pintura y el Bicho, que estaba seco desde el perímetro, metía la bola para el moreno que anotaba y cargaba de faltas a los jugadores visitantes. Alba vino a la cancha y trajo soluciones y Brown seguía muy bien con el aro, promediando el parcial, Libertad se imponía 30 a 13, esta fue la máxima diferencia del juego. A Williams se le sumó Ruíz de gran ingreso a la cancha en el goleo, y el equipo albiverde cerró el segmento en su favor 17 a 14 para irse al descanso largo abajo 36 a 29.

El tercer período sería el más vistoso por el goleo de ambos. Williams ya se convertía en figura a esa altura y por el lado del local, Cleotis Brown era el más certero. El Bicho Verde se puso más duro en defensa promediando el cuarto y Brown no encontraba un socio en ataque. Entre Williams y Schatmann se las ingeniaron para que su equipo gane el tercer cuarto 24 a 20 y de esta manera el último parcial comenzaba con Liberad arriba 56 a 53.

Los últimos diez minutos serían dramáticos. Un clásico con todos los matices. En Libertad apareció en el goleo un hombre que hasta el momento estaba callado, Rubén Wolkowyski se puso al hombro las ofensivas aurinegras y por el otro lado, Schatmann y Williams eran fundamentales en el local. Palo y palo hasta el final. Los de Parola empezaron a notar que ganar por diez puntos era complicado y se pusieron en la cabeza ganar el clásico. A falta de 10 segundos para el cierre, el Tigre ganaba por un punto (70 a 69), Arduh pide dos tiempos muertos y planea la última ofensiva. Lo cierto es que Unión prefirió clasificar antes que tirar la última bola, porque la misma la capturó Enzo Ruíz y la tuvo en sus manos hasta que sonó la chicharra. Son decisiones que se toman por parte de los entrenadores. Libertad defendió y se llevó el clásico, seguramente ambos quedaron contentos, los aurinegros por quedarse con el partido ante su rival de siempre y el Bicho Verde por clasificar a la siguiente instancia.

Síntesis
Unión (69): Gustavo Martín 7, Pablo Gil 5, Leonel Schattmann 14, Sebastián Uranga 0, James Williams 23 (FI); Walter Storani 0, Enzo Ruiz 10, Miguel Isola 5, William McFarlan 3 y Juan Brussino 2. DT: Osvaldo Arduh.

Libertad (70): Sebastián Ginóbili 9, Pablo Moldú 5, Cleotis Brown 19, Andrés Pelussi 6, Rubén Wolkowyski 17 (FI); Diego Alba 6,Dave Ben 0, Tyler Field 8, Juan Fernández Chávez 0, Andrés Landoni 0 y Emiliano Correa 0. DT: Juan Carlos Parola.

Árbitros: Diego Rougier y Jorge Chávez.
Parciales: 12/22 - 17/14 - 24/20 - 16/14 (69/70)
Estadio: “La Fortaleza”
Crónica: Lucas Gaggi – Deportivo Sunchales
Foto: sunchalesbasket.com