Delicias patagónicas

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 04/10/2009
• (6 comentarios )

Hay una suerte de “estampida turística” entre los periodistas que cubren el torneo. Todos buscan sacarle provecho a los 1200, 1600 y 2000 km que han hecho para cubrir un par de partidos de básquetbol.

En lo particular, para mí siempre será como dice el “Nano” Serrat: si te toca llorar es mejor frente al mar. Y aunque en Trelew no hay mar tenemos desde aquí todo cerca. Lugares como Puerto Madryn, Rawson, Puerto Pirámides, el Doradillo, Playa Unión. Todos pertenecientes a la Comarca del valle inferior del Río Chubut y Península de Valdez.

Una ciudad que también nos regala su belleza histórica como el increíble Hotel Touring Club donde estamos hospedados la mayoría de los periodistas. Es una reliquia modernizada para exigencias actuales pero tiene el espíritu de sus 114 años. Es una extraordinaria experiencia que el Front Desk del hotel sea la confitería. Y desde el mostrador donde los parroquianos beben un Cinzano, un Fernet con soda o una caña uno deba ir a pedir las llaves de la habitación.

Detrás del mostrador saludan una multitud de botellas decorando el fondo de la confitería. Botellas de todos los tiempos y las marcas que te llevan al pasado, lo mismo que las paredes adornadas de cuadros y recuerdos de época. Una vieja máquina de café es un monumento en una esquina y porque la modernidad siempre entra por la ventana en un costado del salón hay un plasma grande sintonizado en Much Music. Da gusto.

Otro televisor en la esquina nos muestra TN o algún canal de deportes mientras los silloncitos de mimbre con almohadón nos cobijan en la mesa. Aquí en Trelew no rige la veda para fumadores en espacios públicos y fue también parte del impacto volver a estar en un lugar donde se comparta el humo, el café y las charlas. Eso si, charlas con Wi Fi.

A 20 km de Trelew esta la ciudad de Gaiman, una colonia galesa donde dicen que se habla un Galés más puro como idioma que en el propio Gales. Incluso fue histórica la visita de la princesa Lady Di en noviembre de 1995. Allí hay que ir por la tarde (sin almorzar) para tomar el té con tortas galesas. Donde podes tomar todo el té que quieras con más de 10 variedades de tortas.

A escasas dos cuadras del Hotel Touring se encuentra el Museo Paleontológico, uno de los mejores de Latinoamérica. El costo de la entrada es de $25 y te lleva una hora completa recorrerlo bien. Es un lujo para la vista y una gran oportunidad conocerlo. Enfrente está el Museo de la ciudad, con un tren antiguo en la puerta como decorado. Pequeños detalles de urbanidad, de la vieja Trelew, son reconfortables a la vista. Está todo bien mantenido, pintado, limpio.

También es bueno destacar que uno puede encontrar valores intangibles de profunda necesidad. Como casi siempre que uno llega a una ciudad lejos de las grandes urbes se topa con la calidez y sencillez de la gente que habita. La buena atención y el respeto también es un patrimonio de Trelew.

Por suerte en nuestra estadía nos acompañó el buen clima, el viento solo se hizo presente el sábado y tampoco fue gran cosa. Aunque aquí la brisa no existe, es viento patagónico y eso es decir mucho. El básquetbol nos ha traído a un remanso de paz, una buena forma de bajar un cambio a nuestra rutina.

Fotos: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Desde Trelew – Pablo Tosal
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