Pasó un año y seis días desde aquel reportaje en el cual Diego Osella se debatía interiormente contra los fantasmas instalados en su mente tras su fallido y fugaz paso, tanto por el Lucentum de España como por “su” Atenas, donde tampoco pudo desplegar su potencial cuando le tocó reemplazar por unos juegos a su amigo, y por ese entonces lesionado, Andrés Pelussi.
Hoy, el mismo basquetbolista, presenta otro semblante, pese a que no pudo se campeón con Estudiantes de Olavarría, ni en la Liga Sudamericana (fue semifinalista), ni en la Liga Nacional, cuya final quedó en manos de Atenas, el club en el cual colaboró para que cosechase cinco, de los siete que ostenta en su historia.
“Fue una temporada completa, jugué más de 80 partidos contra unos 20 que habré jugado en la temporada anterior. Y realmente se notan los resultados”, compara “el Pepe”, instantes después de recibirnos en su cálido hogar de Villa Belgrano, que todavía luce alterado por todo el equipaje sin desarmar que su familia trajo de Olavarría.
–¿Cómo te fue en Olavarría?
–Se puede dividir en dos. La económica mal, porque no llegué a cobrar tres meses. Y la deportiva fue bárbara; al principio estuve expectante al llegar a un equipo rival de Atenas y ver cómo la gente me recibía. Pero fue un grupo excelente, estuvimos juntos en los momentos malos y se llegó a algo, aunque hubiésemos querido ganar.
–Y ahora, ¿cómo te sentís?
–Me siento bien porque en la temporada que acaba de terminar recuperé mucho las ganas de jugar al básquetbol que perdí en la anterior. Si este año las cosas me hubiesen ido mal, quizá me hubiese retirado.
–El presidente Lábaque te hizo un “guiño” al declarar que vos no tuviste ningún problema con él ni con el club...
–Sí, lo leí en La Voz.
–¿Qué reflexión te merece?
–¡Qué jugué bien esta Liga! (sonríe)... Es fácil, si están interesados se hablará; si no, no. Lógico que si se diera sería muy bueno saber que puedo jugar en el club casi de toda mi vida. Pero eso depende de la dirigencia qué equipo y con qué jugadores quiere armarlo.
–¿Y la opción del exterior?
–Lo veo como una opción, pero todo depende cómo se plantee la Liga. No lo descarto totalmente, a diferencia del año pasado que no lo usé como opción.
–Tu prioridad es quedarte.
–Es quedarme en el mejor lugar, para estar tranquilo y poder jugar con alegría.
–¿Hay Osella para rato?
–Para el año que viene, sí. Después se verá. Físicamente estoy bien y si las cosas funcionan, seguirá hasta donde pueda.
–La pregunta del millón: ¿cuándo Diego Osella dejará de discutir los fallos arbitrales?
–¡Nunca! (risas). Aunque este año estuve mucho más tranquilo y fui uno de los que menos protestó.
fuente: José Artaza
La voz del Interior
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