Shaq es jugador de Boston

• Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
• 05/08/2010
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Shaquille O’Neal siempre fue noticia a lo largo de sus 18 temporadas en la NBA y hoy, con 38 primaveras encima, es nuevamente tapa de los diarios. El legendarios pívot firmó para los Boston Celtics por los próximos dos años a cambio de 2.8 millones de dólares.

“Estoy honrado de llegar a los Celtics”, contó O’Neal, quien viene de disputar 53 partidos con la camiseta de los Cleveland Cavaliers. Asimismo agregó: “He jugado por muchos años en contra de Paul Pierce, Ray Allen, Kevin Garnett y Jermaine O’Neal, y será muy bueno poder llamarlos compañeros”. Durante la temporada regular 2009/2010, O’Neal tuvo una media de 12 puntos (56,6%) y 6,7 rebotes en 23,4 minutos para los Cavs, equipo que quedó eliminado en segunda ronda de los playoff precisamente a mano de los Boston Celtics.

A lo largo de su carrera profesional “Shaq” ha cambiado de franquicia en varias oportunidades; Boston será la sexta camiseta que vestirá el gigante ex Louisiana State, sin embargo este traspaso es especial ya que por primera vez no es adquirido por un equipo con el objetivo de sacarlo campeón, sino que llega como un complemento para ese fin.

En 1996 pasó a Los Angeles, en donde vivió su mejor la mejor etapa de su vida deportiva con la camiseta de los Lakers. Jugó ocho temporadas, ganó tres títulos (2000, 2001 y 2002) y fue la gran figura pese a la presencia de Kobe Bryant, con quien formó una dupla que pasará a la historia. Su segundo traspaso fue en 2004; O’Neal fue transferido a los Heat para juntarse con un joven Dwyane Wade pero con la responsabilidad de concretar lo que Miami había estado insinuando años atrás. También tuvo éxito (fue campeón esa temporada).

Luego de la obtención del título sus días en South Beach no fueron los más felices. Las lesiones no dejaron a O’Neal desplegar todo su potencial, por lo que a mediados de la 07/08 lo enviaron a Phoenix, otro equipo que lo buscó para sacarse la malaria y lograr, de una buena vez, el tan ansiado anillo. Llegó para pelearle a las grandes torres del Oeste, pero los Suns volverían a toparse con los San Antonio Spurs de Manu, Duncan y Parker en postemporada.

La estadía de O’Neal en el Valle del Sol dejó más polémicas que buenas impresiones (siempre le reprocharon a Steve Kerr el haberlo llevado) y así fue que la temporada pasada fue transferido a Cleveland, no para ser el líder adentro de la cancha (de eso se encargaba James) sino para serlo afuera y, asimismo, aportar su cuota de jerarquía.

Pero ahora es otro cantar. Shaquille llega a un equipo campeón, maduro y experimentado, al que no hay que decirle qué hay que hacer para ganar un anillo o una serie de playoff. Para ocupar las posiciones del 4 y 5 también se encuentran Kendrick Perkins, quien no comenzará como el pívot titular ya que todavía se está recuperando de la lesión de rodilla que lo marginó del séptimo partido de las finales, Glen Davis, Jermaine O’Neal (llegó en este receso) y Kevin Garnett.

El rol de “Diesel” (usará la #36) no será otro que el de tratar de mostrar en los minutos que tenga en cancha algo de aquel jugador que supo ser uno de los más dominantes no solo de su época, sino de toda la historia de la NBA.

Sebastián Ciano
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