La tormenta perfecta

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 09/09/2010
• (91 comentarios )

Hay que aceptar cuando se pierde, sobre todo cuando se pierde bien. Acá no queda bronca, solo admiración de un equipo que por 40 minutos pudo hacer exactamente todo lo que planeó. Le salió un partido tan perfecto que asombra. Acaso eso sea la situación tan extraña para esta generación dorada, nunca acostumbrada a verse dominada.

Siempre, utilizando recursos anímicos o variantes tácticas, o la aparición de alguna individualidad sacaba adelante un juego. Esta vez perdió de punta a punta, siendo un juguete en manos lituanas. No hubo para esta noche triste un plus de energía para generar algo diferente, porque Lituania tenía controlado el ánimo del partido. No hubo variante que se intentara que pueda haber frenado el vendaval. Ni la zona ni el doble ala pivote, ni la defensa extendida, ni nada. Y finalmente no hubo un jugador que aparezca del ostracismo para sacarnos del infierno. Nos fuimos a pique con todas las de la ley.

Lituania jugó el partido perfecto y nos mandó ahora a nosotros a buscar el consuelo del quinto puesto. Conociendo a nuestra generación, que se baja de las semifinales por primera vez desde el 2002, irán sin dudas por ese logro. Es lo que tenemos que aceptar.

Lituania jugó los mejores 20 minutos visto en el mundial. Fue una maquina perfecta de sincronización defensiva, intensidad y despliegue físico. Cubrió cada espacio de su defensa. Podríamos hablar mucho tiempo de la cantidad de triples consecutivos que llegaron a ser 8/8, pero Lituania hizo mucho más que meter triples.

Desarticulo toda idea ofensiva argentina poniendo constantemente un defensor diferente cada 8 a 10 avances a Prigioni, corriéndolo toda la cancha, quitándole visión y sobre todo negando su primer pase con un hombre muy fuerte en línea de pase. Esto obligó al base a realizar un primer pase muy largo y forzado que ya ponía a la Argentina en plan B.

Cuando quisieron jugar Pick and Roll entre Scola y el base, también lo anularon con una increíble marca al balón y para completarla forzamos todos los tiros, incluidos los de tres puntos. Porque es verdad que es raro terminar con 0/9 en triple pero hubo tres tapas al tiros de tres puntos!. Esto ocurrió porque se llegó ahorcado sobre el reloj de 24 y no hubo ni tiempo para amagarle a la defensa.

En cambio, Lituania dio un recital en ataque. Argentina se quedó en la primera intención y no cambió el libreto. Negó el pase a Kleiza y Scola se le pegó, pero los perimetrales lituanos fueron para adentro, desnudando dos falencias: huecos defensivos y pasividad (apenas 6 faltas en todo el primer tiempo perdiendo por 20).

Cuando los internos argentinos retrocedieron un paso para cubrir agujeros llegó el festival del triple. Hubo 24 puntos de diferencia solo con desde el tiro de tres puntos en uno y otro equipo.

La situación anímica de Lituania fue creciendo con el correr de los minutos y la ratificación de que cada cosa que intentaron les salió bien. Esto les brindó la posibilidad de probar. El alero Jasaitis, metió dos triples por arriba de la marca y luego fue a marcar a Prigioni, Kleiza aprovechó el descontrol y también anotó y cerramos el segundo cuarto errando un doble de Oberto con marca y nos convierten sobre la chicharra con rebote ofensivo. El doloroso cartel electrónico marcaba 50-30 al final del primer tiempo.

En el inicio del segundo tiempo, el base lituano siguió castigando con su Pick and Roll en el eje. Prigioni pasaba por detrás de la cortina y Kalnietis siempre utilizó muy bien el tiro de tres (con efectividad).

La embestida Lituania no tenía fin. Corriendo la contra se pusieron una distancia de 26 (56-30), para que Argentina intente cambiar el ritmo del partido con una zona. Pero fue inútil. Porque la castigaron con tres triples y dos rebotes ofensivos cuando erraron. Demasiado, era una paliza.

Con una defensa que siguió muy picante sobre nuestro base y con Scola errático Argentina siguió con la falta de gol. En cambio Lituania se mostró con soltura, tranquilidad y mucha, pero mucha efectividad sacando 30 puntos (66-36). Hernández pensó que no había cambio posible en el banco de suplente que pudiera dar vuelta el juego, necesitaba la reacción de sus titulares y no hubo respuestas. Mientras Lituania rotaba a placer con un plantel muy equilibrado encontrando soluciones en todos lados.

De repente llegó el primer triple argentino (Prigioni) luego de errar 11 veces. Luego llegaron dos más para achicar a 23 (70-47), pero Lituania tuvo una ofensiva implacable.

Metió una corrida de 15-2 que desarmó toda intención argentina de remontar el partido (85-53) para cerrar el tercer cuarto con la friolera de 32 en contra.

Hubo situaciones que fueron graficando la oscuridad de la noche, Delininkaitis atravesó toda la cancha con dribbling y penetró la zona argentina. Si cuando nos poníamos en individual nos vulneraban en “gambeta” y en zona nos tomaron rebotes ofensivo, la noche estaba para otra cosa.

En el último cuarto saltaron a la cancha los minutos de los suplentes y con una defensa extendida Argentina presionó más arriba. Fue mejor la línea de pases en defensa pero lo dicho: cuando la noche no es tuya, no sale nada, porque Argentina se perdió 7 puntos de oro en ofensiva. Paolo Quinteros hizo una falta ofensiva, un doble errado en penetración y un triple errado cuando por primera vez defendimos tres balones seguidos. Maldita noche.

El recital terminó porque todo partido tiene fin. Pero Lituania podía seguir jugando y ampliando el resultado. Como me aconsejó un amigo, valoré el hecho de que en el básquet no haya alambrado. Sino me subía para detener semejante paliza.

Síntesis
Argentina (85): Prigioni 7, Delfino 25, Jasen 11, Scola 13, Oberto 4; Juan Gutiérrez 4, Cequeira 6, Quinteros 6, Leonardo Gutiérrez 7, Mata 2. DT Sergio Hernández.

Lituania (104): Kalnietis 12, Pocius 16, Jasaitis 19, Kleiza 17, Javtokas 0; Seibutis 0, Maciulis 12, Delininkaitis 16, Jankunas 12. DT Kestutis Kemzura.

Parciales: 28-18, 50-30 y 85-53.
Árbitros: Jorge Vázquez, (Puerto Rico), Guerrino Cerebuch (Italia) y Scott Jason Butler (Australia).
Estadio: Sinan Erdem Dome (Estambul).

Foto: FIBA Americas

Desde Estambul – Pablo Tosal
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