“Nadie quedó conforme con el puesto 14”

• Emanuel Niel (eniel@pickandroll.net)
• 07/10/2010
• (20 comentarios )

Mi intensión no es justificar la ubicación obtenida en el mundial, nadie quedó conforme con el puesto 14, todos aspirábamos a estar un escalón más arriba (en mayores, un escalón), pero creo es importante hacer un pequeño análisis del nivel del torneo y luego de nuestra actuación en particular.

Ha sido mi cuarto mundial de mayores consecutivo y se observó que los primeros 6 o 7 equipos, todos superprofesiónales, integrados todos por jugadoras que juegan o jugaron en WNBA, o en las ligas más importantes de Europa, en su mayoría millonarias (tienen contratos de 100000 a 200000 euros, promedio), están en un nivel muy parejo (estando USA un paso por delante) y han disputado partidos muy cerrados y han mejorado la talla y la técnica individual.

Estados Unidos marcó diferencias en el momento del juego que decidió presionar con su defensa, basada esta en una excelente actitud física que las diferencia del resto, y por supuesto una técnica individual superlativa, diferencias que también se manifestaron en el mundial masculino.

Republica Checa tuvo al país detrás, un equipo con gran personalidad, con estatura, y con jugadoras en la edad ideal que ya jugaron en las mejores ligas de Europa o como en el caso de Jana Vesela , que lo hace en WNBA. La jugadora más valiosa del torneo fue su base, Hana Horakova, que junto a Eva Viteckova llevaron al equipo a esta final soñada.

Un bronce histórico obtuvo España, que por primera vez se sube a un podio en un mundial, combinando jugadoras con gran experiencia como Amaya Valdemoro, con 34 años, tres anillos en WNBA, varios más en ligas europeas y torneos europeos con su selección y otras más jóvenes como Alba Torrens de 21 años considerada la mejor junior de Europa en el año 2008.

Lo de España no es casual, a mi criterio el mejor trabajo de divisiones formativas de Europa, hoy más de 130000 jugadoras hacen básquet (en Argentina cerca de 14000), es el deporte practicado por mujeres más importante del país. España para este torneo nacionalizo al pívot, que en la actualidad juega en la WNBA, Sancho Lyttle, que había jugado en España por más de cinco temporadas consecutivas. Esta a la vista, que con una liga superprofesional, la federación Española gasta fortunas (viven otra realidad) en ambas ramas y así cosecha los resultados que todos conocemos. Bielorrusia, Australia, Francia y Rusia completan este grupo con realidades similares.

Lo novedoso es que los equipos restantes, que están un escalón por debajo de estos, también demostraron un nivel muy parejo, los resultados así lo indican. Japón perdió por dos en suplementario con Brasil, Corea le ganó por dos a Japón o ganándole por uno a Brasil o Canadá ganándole por cuatro a China (5to en Beijing y 7mo en el ranking de Fiba). También podemos nombrar a Mali perdiendo por 2 con Brasil o a Senegal perdiendo de 2 con China. Salir 8 o 16 depende de como se presenta el partido de ese día, el desgaste del equipo en ese momento o un fallo desfavorable en los últimos minutos de juego (nosotros sufrimos algo de esto).

Del nivel sudamericano a este nivel hay un abismo. Brasil (9no) entra en un recambio más profundo que el nuestro, con cinco jugadoras de más de 32 años y con poca calidad en edades de divisiones formativas tendrá por delante un problema por resolver si desea mantener su nivel.

Argentina estuvo integrada por 7 jugadoras de menos de 25 años, entre ellas Agostina Burani y Débora González (de buenos desempeños, ambas) de 19 años e integrantes del equipo de Tailandia. Con una zona complicada desde el inicio (Checa el 2do y Rusia el 7mo), sabíamos que el partido a ganar era el de Japón, equipo que ya habíamos enfrentado en Francia y le habíamos ganado con un triple de Carolina Sánchez en el último segundo.

Nadie nos pasó por arriba, a pesar de las diferencias físicas y de los flojos porcentajes de lanzamiento que tuvimos en todo el torneo (33% total). Con Checa fue parejo hasta el final del tercer cuarto, luego nos sacaron 10 puntos que fueron 14 en el cierre; con Japón lo cerramos mal, ya que podríamos haber llegado a ese fatídico final con más ventaja; y con Rusia estábamos a 4 puntos en el tercer cuarto y con un parcial de 12 a 2 se despegaron en el último cuarto para terminar por 16.

Con Mali (campeón de África) siempre arriba, en el último cuarto nos pasaron por 8, con sus tres pívot (dos de 1.95 y de 2.03) bajo el aro haciéndonos daño. Con dos robos y un triple de Paula Reggiardo se pudo igualar y forzar el suplementario, para poder ganarlo luego. Y por último nos esperaba China, que venía de ganarle por dos a Senegal, equipo también de gran estatura (que se daba el lujo de cambiar la defensa en todas las cortinas cada vez que China realiza esa acción ofensiva). Entramos al último cuarto 12 abajo pero con nuestros pívots cargados de foules y casi sin posibilidades de defender.

Para jugar en este nivel es fundamental la estatura, una de las mejores actuaciones de nuestro equipo fue la de Marina Cava (9 p.p.p y 1.60 mts), tremenda en la defensa de todo el campo. Bajo el aro, Florencia Fernandez (9 p.p.p) y Carolina Sanchez (11 puntos por juego) siempre en inferioridad física lucharon por los rebotes y fueron importantes en ofensiva, y en la base Sandra Pavon y Débora González manejaron el equipo con corrección.

El equipo realizó un gran esfuerzo durante la preparación y en cada partido, siendo quizás el único equipo no profesional del torneo, donde las jugadoras entrenan dos o tres veces por semana en los clubes y todas trabajan o estudian (Paula Gatti, Marcela Paoletta o Sandra Pavon entre otras) y ni se puede comparar la diferencia que existe en la competencia interna entre nosotros y ellas. Sin ir más lejos, Brasil que ha bajado el nivel de su liga, todavía las jugadoras que la disputan lo hacen profesionalmente ganando cuatro veces más que las jugadoras argentinas que disputan nuestra liga.

Digamos también que en el exterior lamentablemente no tenemos a Scola ni a Delfino (jugadores de primer nivel mundial) y que las chicas del exterior que se suman, se privan de descanso con sus familias o vacaciones para integrar la selección nacional.

Para finalizar, repito lo del inicio, ninguno, ni jugadoras, ni cuerpo técnico, ni dirigentes estuvimos conformes con el puesto obtenido, pero lo que acabo de describir es nuestra realidad, la que todos conocemos.

En el ranking de mayores de Fiba pasamos del puesto 10 al l3 (no se entiende, porque Cuba esta 10 subiendo un lugar sin haber clasificado para el mundial?) y en divisiones formativas estamos en el puesto 8, no está mal si entendemos que hay mucho por construir. Elevar la estatura de los equipos, mejorando el reclutamiento en los clubes en edades tempranas; construir tiradoras (escasean y en ese aspecto podemos mejorar, hace algunos años teníamos más, Casini, Rosolen, Colombo, Ibarra y muchas más); aspirar a una competencia interna más profesional.

Insistir en la formación y perfeccionamiento de entrenadores (especialmente de base); mejorar la competencia en el interior del país (donde siguen saliendo jugadoras con grandes condiciones), la lista podría continuar ; este debe ser un trabajo de todos, ponerse de acuerdo y comenzar con el primer paso para seguir creciendo y apuntar a un futuro mejor.

Fuente: Eduardo Lucio Pinto - Entrenador de la selección nacional.

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