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Los Reyes del ritmo

San Antonio ya había barrido sus primeras dos series en estos playoff 2012; En primer turno les tocó a los Utah Jazz, y luego las victima fueron los Clippers de Chris Paul y Blake Griffin. Ya con dos ruedas en el bolsillo, los Spurs se dedicaron a descansar y esperar al próximo rival.

Poco tiempo después que Oklahoma City dejara en el camino a los Lakers el mundo de la NBA se unió en una misma opinión, que establecía que estaba por comenzar una serie entre los dos mejores equipos de la costa Oeste, y que sin lugar a dudas iba a ser un choque de estilos.

Verdaderamente, cada una de estas sentencias fueron plasmadas y ratificadas a través de los seis partidos de altísimo basquetbol que regalaron tanto los Spurs como el Thunder, y que merecidamente arrojaron como claro vencedor a los de Scott Brooks.

El indiscutible merecimiento en el pasaje a la final de OKC se basa en que fue quien, durante casi toda la serie –aún en la derrota – logró imponer su estilo, su forma de juego, su ritmo. Así lograron maniatar y poner incómodo a un equipo de talento sobrado, con carácter y mucha experiencia como San Antonio, que buscaba volver a las finales por primera vez en cinco años.

Pero allí estaban estos jóvenes a los que el cartel de promesas les quedó obsoleto, porque son una realidad que se convirtió en el decimoquinto equipo en la historia de la NBA en levantar una serie al mejor de siete partidos luego de arrancarla perdiendo 2-0, y apenas el octavo en adjudicársela habiendo ganado cuatro juegos en forma consecutiva, que dicho sea de paso, fue la primera vez en la 2011/12 que los Spurs cedieron dicha cantidad de encuentros al hilo.

Al margen de los altos rendimientos individuales con los que contó el Thunder su carta ganador fue la defensa: Bajaron el porcentaje de San Antonio de un 47 a un 46 % de cancha, al tiempo que le provocó un promedio de 15.5 pelotas perdidas por noche, quizás “la” estadística de la serie.

La presión en el perímetro provocó un sin número de situaciones de contraataque que siempre fueron bien capitalizadas por Oklahoma City, al tiempo que la solidez del Serge Ibaka (de enorme rendimiento con 12 ppp - 58.3% -, 5.7 rpp y 2.7 tpp), Kendrick Perkins y las apariciones de Nick Collison en la llave le dieron una envergadura que hace que el Thunder no solo sea considerado un conjunto corredor, sino que también puede luchar contra cualquiera.

Sin embargo, si de actuaciones individuales se habla es imposible no comenzar hablando de Kevin Durant. El tres veces consecutivas máximo anotador de la NBA fue la carta ganadora de los de Brooks; Ante los Spurs promedió 29.5 puntos, 7.5 rebotes y 7.3 asistencias por noche, con un 53.2% en tiros de campo. Pero, lo que no se nota en las estadísticas es la importancia en momentos determinantes, como cuando anotó 18 tantos en el último cuarto de la victoria durante el cuarto juego, que igualó la serie 2 a 2. Tampoco que anoche sumó otros 20 en un complemento en el que apabullaron a su rival cuando estaban abajo por 18.

Tampoco hay que pasar por alto a Rusell Westbrook, el motor del Thunder. Cuando está encendido no hay quien lo pare, y con su explosividad no solo genera puntos (18.2 vs Spurs) sino que también se hace de los espacios para encontrara a sus compañeros (7.3 asistencias). Por supuesto, no hay que olvidarse de talentoso barbudo James Harden (18.5 pts, 5.5 reb y 3.7 as) y aquel triple que terminó definiendo el quinto punto a falta de 28 segundos para el final, como tampoco la insoslayable actuación de Ibaka en el cuarto, con 26 tantos, producto de 11/11 de cancha y 4/4 en libres.

En San Antonio no queda otra cosa más de desazón, que la amargura de saberse candidato y de quedarse, por segundo año consecutivo luego de lograr el número uno de la fase regular, afuera de las finales. Hablar de veteranía suena injusto, porque este equipo – cuyo entrenador fue escogido como el mejor de la temporada – logró suplementar los años del “Big Three” con un grupo que respondió siempre, pero que en estos playoff también fue víctima de la presión de OKC.

Emanuel Ginóbili volvió a estar a la altura de las circunstancias, y más. Se puso el equipo al hombro a pesar de no haber podido ser factor en la última caída. El bahiense, determinante en las dos victorias de los texanos y heroico tras la caída del quinto partido (34 pts, 6 reb y 7 as), terminó siendo titular. Duncan (a partir de 1º de Julio será agente libre) y Parker redondearon una buena serie tras un año fantástico en el que sostuvieron al equipo ante la siempre importante ausencia de Manu.

Pero a los muchachos de Gregg Popovich se les hizo muy cuesta arriba ante la gran actuación de su rival, no cuidaron bien el balón y lo pagaron muy caro. En este choque de estilos no supieron cómo imponer el propio, y fueron los Oklahoma City Thunder quienes terminaron bailando a su ritmo.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
www.pickandroll.com.ar

COMENTARIOS (1)

jsn 08/06/2012

A los Spurs solo les falta Scola. Con él son campeones de la NBA.

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