La iniciativa, apoyada por la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, fue organizada por el Oratorio Don Bosco e instituciones de la zona que invitaron al plantel de Gimnasia Indalo a compartir un momento con los chicos. Los primeros en llegar fueron los norteamericanos Jason Robinson Y Kaheim Seawright, quienes fueron desbordados por los cientos de niños presentes que no pararon de pedirles autógrafos y fotos. Ambos jugadores son grandes amigos y demostraron que también llevan un niño adentro para jugar a tirar al aro con los chicos.
Con la llegada del resto del plantel, se dividió la cancha de básquet del gimnasio y los jugadores se dispersaron en dos equipos para jugar con los niños. En un perímetro se posicionaron Diego Romero, el más aclamado del salón, Alejandro Reinick, Diego Ciorciari y Santiago Scala con un grupo de niños.
En el otro perímetro se juntaron los dos estadounidenses, Exequiel Casinelli y Mariano Byró, quienes demostraron que no les gusta perder ni siquiera contra los niños. Al respecto, “Kasey” Seawright, traducido perfectamente por Diego Romero, dijo sonriente que le hicieron sacar su parte competitiva y que los niños lo hicieron correr mucho más de lo que él pensaba. Además agregó: “me encanta compartir tiempo con los chicos porque es una forma de devolver un poco lo que me demuestran cuando estoy adentro de la cancha”.
La dirigencia del club Mens sana también se hizo presente, con el Presidente de la institución, Juan Pablo Luque y los Jefes de Equipo, Néstor Cháves y Alejandro Paincho. El club donó pelotas y camisetas para sortear entre los chicos. “La idea es cada vez que se pueda, concurrir a cualquier evento que tenga que ver con los chicos y pregonar que hagan deporte, verlos en una cancha con una pelota. Fomentar eso es nuestro rol social”, sentenció Luque.
Lucía Fueyo - Prensa Gimnasia Indalo
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