• 28-11-2024
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Prigioni al poder

Todo comenzó con una cena en la glamorosa ciudad de New York, esa ciudad que según dicen “nunca duerme”. Pablo Prigioni, Mike Woodson y Glen Grunwald - General Manager – mantenían una charla en la que se exponían sobre la mesa las intenciones de los Knicks de ver al cordobés desplegando su sabiduría en la Gran Manzana.

El aporte de toda la experiencia de un base con mucho “mundo” basquetbolístico, el poder estar al lado de una incipiente estrella como Jeremy Lin - algo que nunca sucedería – eran los valores que los Knicks estaban buscando en Prigioni. El base de la selección, mientras tanto, pensaba en pegar el salto a un lugar nuevo, donde dejaría de ser la estrella instalada que es en planeta FIBA para introducirse en la maquinaria infernal de la NBA.

De aquellos deseos a esta realidad. Hoy, Pablo Prigioni es “el base de los Knicks”, así como suena. Lleva diez partidos seguidos al frente de uno de los equipos más famosos del mundo, donde cada paso dado repercute por mil alrededor del planeta, mientras que los triunfos brillan más y las caídas se escuchan el doble. Pero el de Río Tercero juega con el mismo aplomo que lo llevó a ser estrella en Europa.

Su inclusión en el quinteto titular llegó en lo que que quizás era el peor momento del equipo en todo el año; Sumergidos en una racha de cuatro derrotas consecutivas, pronunciada por una falta de juego alarmante y la lesión de sus tres principales jugadores - Carmelo Anthony, Tyson Chandler y Amare Stoudemire -, Woodson estaba obligado a realizar cambios en la alineación, y optó por incluir a Prigioni cuando James White también se sumó a la lista de lastimados; A partir de ese momento, nunca más abandonó el puesto.

La doble base compuesta junto a Raymond Felton (14.1 ppp, 5.5 app y 2.8 rpp), comenzó a ser la salvación a los problemas de New York, que empezaron a edificar una seguidilla de 10 triunfos consecutivos, la más larga del momento en la NBA luego de que anoche derrotaran a Atlanta por 95 a 82.

Desde que Prigioni tomó las riendas del equipo, los Knicks no volvieron a toparse con una derrota. Su visión de juego y capacidad para pasar el balón son el cable a tierra para un equipo que comenzó a suicidarse con los tiros de tres puntos (es el que más tira en la NBA junto a los Rockets con un promedio de 28.6 por noche) y los arrestos individuales de jugadores como J.R Smith. Como titular, su promedio es de 3.4 puntos, 2.1 rebotes y 3.1 asistencias en 19.7 minutos por partido.

A los Knicks solo les quedan ocho partidos por jugar en la fase regular, y se mantienen segundos en la conferencia Este, medio juego por delante de los Indiana Pacers, su verdadero rival de aquí al inicio de los playoff ya que los Miami Heat son inalcanzables (lideran la tabla con una diferencia de 10 encuentros). De la mano de Pablo Prigioni, y el liderazgo de Melo Anthony, el equipo de la Gran Manzana sacó la cabeza del agua justo a tiempo, y ahora intentará pegar el zarpazo en la postemporada.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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