Stephen Curry y Klay Thompson lejos están de ser considerados bajitos, sobre todo si se los compara con una persona normal que no dedica su vida a jugar al básquetbol profesionalmente. Sin embargo, sí son los dos jugadores más “petisos” (1.91 y 2.01, respectivamente) del quinteto titular de los Golden State Warriors, y anoche hicieron estragos y apelaron a la historia para sacar un resonante triunfo del AT&T Center, por 100 a 91, que igualó la serie 1-1.
La actuación del equipo de Mark Jackson fue histórica, porque representó la primera victoria de los Golden State Warriors en San Antonio en 16 años; Treinta partidos tuvieron que pasar para que los californianos vuelvan a festejar en la casa de los Spurs, y por momento lo hicieron con baile, porque de la mano de su media cancha pusieron de rodillas a los texanos.
Thompson mostró nivel de All Star. Volvió locos a los Spurs con sus 34 puntos, y su 8/9 en triples (quedó a uno de igualar el récord de playoff). Durante la primera mitad estuvo realmente imparable, sobre todo en el segundo cuarto, en el que metió 5/6 detrás de la línea de tres.
Curry, por su parte, parece un problema indescifrable para Gregg Popovich, porque nadie puede impedirle que rompa la primera línea, y si le dan espacios te liquida con un tiro que es realmente muy rápido y difícil de tapar. Anoche, su influencia en el partido fue de mayor a menor, pero resultó importante para que los Warriors comenzaran a despegarse en el marcador.
El primer cuarto terminó 28-23 para la visita, que tuvo a su media cancha como principal argumento (23 pts entre ambos). San Antonio ya comenzaba a mostrar lo que iba a ser toda la noche: Un equipo que no solo se lo complicaba en su propio aro, sino que nunca encontró fluidez en ataque.
En el segundo chico ya la figura de Thompson tuvo luz propia (17), y la defensa de los Warriors también se hacía presente; Primero con Bogut, y luego con Ezeli, Jackson logró cercar a Tim Duncan (2/4 en el 2do), quien no puedo sacar al australiano del juego pese a que tenía dos faltas.
En el inicio San Antonio pareció reaccionar, pero rápidamente los Warriors se pusieron firmes y comenzaron a establecer diferencias (44-31). Los de Popovich no podían comprar un triple (0/7), Tony Parker no supo tomar la manija y Emanuel Ginóbili no fue ese revulsivo desde el banco. Así es que se fueron a los vestuarios con un desmoralizador triunfo parcial de Golden State 62-43.
El segundo tiempo contó con otros matices, pero lo que no desaparecieron fueron los problemas ofensivos de San Antonio, porque si bien lograron aplacarle el ritmo a los Warriors, no supieron como rubricarlo en ataque (11/25). GSW sacó la máxima de 20 (69-49) a 8:33 del final del tercer cuarto, y a partir de ahí los Spurs empezaron a limar la desventaja; Doblegaron a la visita 23-10 con la aparición de Green (8) y Leonard (6) para quedar a solo 7 puntos (79-72), y se fueron al último cuarto abajo 83-72 luego del octavo triple de Thompson, que fue sobre la chicharra.
En los doce minutos finales hubo lugar para una remontada histórica, porque Thompson y Curry ya no gravitaban, algo que sintió mucho Golden State (terminó con solo 6 goles de campo). Sin embargo los Spurs no pudieron aprovecharlo. El momento para hacerlo fue cuando Manu clavó un triple a falta de 4:22 que dejó el marcador 89-95, pero increíblemente fue el último gol de campo que encestarían por los próximos 4 minutos.
Los Warriors saborearon una victoria con mucha historia. Porque viene de dejar atrás al número tres (Denver) y ahora ahuyentaron los fantasmas en San Antonio para por momentos pasear a los famosos Spurs. La serie se trasladará al ORACLE Arena a partir del viernes, y estos locos bajitos intentarán volver a hacer de la suyas ante su gente.
Boxscore del partido
Miami igualó la serie con una paliza
Chicago había vuelto a mojarle la oreja al Heat luego de cortarle la racha de 27 triunfos seguidos en la fase regular - la segunda más larga en la historia de la NBA – con una victoria en el primer choque de estas semifinales del Este. Anoche Miami se desquitó, reaccionó con una paliza por 115 a 78 e igualó la serie 1-1.
Fue una gran tarea de equipo por parte de los de Erik Spoelstra, quienes dejaron a los Bulls en un 35.5% de cancha, al tiempo que contaron con un goleado muy repartido – seis jugadores en doble dígito – y cerraron la noche con un altísimo 60% en tiros de campo.
Desde el banco, Ray Allen fue el máximo anotador del Heat con 21 puntos, producto de 5/7 de cancha y 10/10 desde la línea. Por su parte, LeBron James lo acompañó con 19 tantos (7/12),a los que les agregó 9 asistencias y 8 rebotes; Mientras tanto, Norris Cole anotó 18, Dwyane Wade 15, Chris Bosh 13 y Mario Chalmers 11.
Por el lado de los Bulls, el italiano Marco Belinelli fue el goleador con 13 puntos, al tiempo que Joakim Noah - se fue expulsado - terminó con 12 y Nate Robinson, quien había hecho 27 en el primer partido, marcó con 11. El tercer juego de la serie será mañana en Chicago.
Sebastián Ciano
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Seba 09/05/2013
El tema que los Warriors son un equipo joven y muy intenso. Te sobre marcan todo el tiempo. Curry y Thompson además tienen una mano letal, si este no salía por 6 faltas en el 1er. partido hoy estaban 2-0. Igual no dar por vencido a los Spurs, de los que siempre esperamos un plus.
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