Los Spurs pueden respirar tranquilos, Golden State ya es parte del pasado. San Antonio derrotó anoche a los Warriors 94 a 82 y accedió por segunda temporada en forma consecutiva (cuarta en las últimas siete) a la final de la conferencia Oeste, que jugarán ante Memphis a partir del próximo domingo y con ventaja de localía.
Nunca fue fácil la serie para los de Popovich, y el encuentro de anoche no fue la excepción; Ganaban por trece puntos de diferencia (61-48) a falta de 4:24 para el final del tercer cuarto, pero los Warriors demostraron que no se dan por vencidos, y se pusieron a dos (77-75) promediando el último cuarto.
Esta vez apareció toda la jerarquía del francés Tony Parker, autor de 10 de sus 13 puntos en el último período, incluidos dos triples claves: Uno que puso el marcador 80-75 a falta de 3:35 para el final, y otro que le dio a los Spurs una ventaja de 7 (88-79), que resultó indescontable para los locales cuando el reloj indicaba que restaba 1:15. El total, San Antonio cerró el partido con un parcial de 17-7.
Emanuel Ginóbili estuvo errático (1/6 de cancha, 3/4 en libres) y terminó con 5 puntos, sin embargo hizo jugar a sus compañeros y repartió 11 asistencias, que acompañó con 6 rebotes en 24 minutos de acción. Tim Duncan fue el máximo anotador de San Antonio con 19 tantos, mientras que Kawhi Leonard sumó 16 – más 10 rebotes -, Tiago Splitter anotó 14 (récord personal en playoff) y Danny Green terminó con 11 unidades.
En Golden State, Stephen Curry cerró una gran temporada y volvió a ser el goleador de su equipo, y de la noche, con 22 puntos (10/25 TdC). Jarrett Jack lo siguió con 15 tantos desde el banco, al tiempo que Klay Thompson acabó con 10.
A partir del domingo comenzará otra historia ante los Grizzlies, un equipo muy duro de fcorte defensivo, que propone otro juego de la mano de su dupla interna Randolph – Gasol. San Antonio una vez más es favorito, y buscará la gloria que se le niega desde 2007.
Ganó New York y achicó
Sin escaparle a sus problemas ofensivos y con la vuelta a la titularidad de Pablo Prigioni, los New York Knicks derrotaron a los Indiana Pacers 85 a 75 y descontaron en la serie, que ahora pierden 3 a 2.
Tras haber jugado 26 partidos seguidos como titular, Prigioni fue relegado al banco de suplentes para el cuarto puto de la serie, que se llevó a cabo en Indiana el sábado pasado; Mike Woodson habría pensado que los problemas que su equipo posee en ataque son producto de las malas decisiones del cordobés, y quizás por eso solo le dio tres minutos de acción, algo que no pareció tener mucha lógica.
Anoche, el base del seleccionado argentino no solo volvió a comenzar desde el arranque, sino que diputó 19 minutos (promedia 20 en playoff) y terminó con 3 puntos, 3 asistencias, 1 robo y 1 rebote.
Carmelo Anthony guió a los Knicks con 28 puntos, producto de 12/28 en tiros de campo. Chris Copeland y J.R Smith, por su parte, aportaron 13 tantos cada uno desde el banco.
Para los Pacers no fueron suficientes los 23 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias de Paul George, como así tampoco los 17 tantos y 10 tableros de David West. Los dirigidos por Frank Vogel necesitan de una victoria para acceder a las finales del Este, donde ya esperan los Miami Heat. Podrá conseguirla mañana, cuando reciban a New York a partir de las 21.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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