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“Haré lo que sea para ayudar al equipo”

Cuando analizó el panorama, creyó que no iba a recibir la convocatoria. Supuso que, al menos para este año, el puesto de base albiceleste estaba cubierto. Pero aquello quedó sólo en una conjetura y el técnico Julio Lamas pensó distinto a él: por eso lo citó para la preselección argentina de básquetbol.

Juan Fernández, el cordobés que falló su pronóstico, disfruta el momento. Pasa unos días en Río Tercero, su terruño, y transita la cuenta regresiva: el sábado viajará a Buenos Aires, para iniciar la preparación de cara al Premundial de Caracas. Se tiene toda la fe: cree que puede quedar entre los 12 y mostrar su capacidad en Venezuela, donde la Albiceleste buscará uno de los cuatro pasajes para España 2014.

“Estoy ansioso. No me esperaba la citación este año, así que me tomó un poco de sorpresa. Viajaré a Buenos Aires con la idea de ganarme un lugar, aunque sé que voy un poquito desde atrás por no haber estado el año pasado. Pero sobre todo voy a entrenarme y a tratar de disfrutar”, dice el cordobés, hijo del legendario Gustavo “Lobito” Fernández.

–¿Por qué no esperabas la citación? ¿Te decepcionó que no te citaran después del Sudamericano del año pasado?

–No. No me lo esperaba por el simple hecho de no haber estado en la preselección que después fue a los Juegos Olímpicos. Disfruté mucho del Sudamericano de Chaco, aunque no me ayudó la lesión que tuve (esguince en la rodilla derecha). Siempre es lindo cuando llega una convocatoria. Hace un tiempo atrás pensé que Pablo Prigioni iba a jugar el Premundial y, con los otros dos chicos (Facundo Campazzo y Nicolás Laprovittola), ya eran tres bases, así que simplemente por eso no me lo esperaba.

–¿Cuáles son las expectativas para esta etapa de preselección?

–La expectativa es ponerme a punto lo más rápido posible. Hace un tiempo que terminó la temporada para mí (fue subcampeón de la Lega Due, la Segunda de Italia) y, por más que uno se entrene solo, no es lo mismo. La idea es entrar en ritmo lo más rápido posible, para ayudar al equipo en lo que pida el técnico. Quiero entender eso de entrada.

–¿Tenés confianza de quedar entre los 12 que irán al Premundial?

–Sí, claro. Uno siempre tiene que ir pensando que puede estar adentro. Creo que cada uno de los jugadores citados está en condiciones de quedar en el plantel. Después todo pasa por la necesidad del equipo y el gusto del técnico. Hay muchas cosas que influyen, pero la confianza siempre está en mí.

–¿Viste algo de la selección en la Copa Stankovic en China?

–Los pude seguir poco, por Internet, pero mi papá me grabó los partidos. Me voy a sentar a verlos con él, antes de ir a Buenos Aires, para saber la idea de juego del equipo. Eso puede ayudar en ritmo un poquito más rápido.

–El año pasado jugaste varios partidos en los que utilizaron doble base. Y ahora el equipo está corto de escoltas. ¿Jugarías en ese puesto si te lo pidieran?

–Ya lo hice muchas veces en la selección. No sería nuevo para mí. Sin duda, iré a hacer lo que el técnico me pida. Y si es de ayuda base, tendré que ser ayuda base. Obviamente, me siento mucho más cómodo en mi posición natural de base, pero cuando se trata de la selección argentina, uno entiende que hay que hacer lo que sea para ayudar al equipo. Y estoy dispuesto a hacer lo que me pidan.

Pasado, presente y futuro

–¿Cómo serán tus próximos pasos? ¿Seguirás en Brescia? ¿Qué hará Milano, el dueño de tu pase?

-Yo sigo teniendo contrato con Milano por las dos próximas temporadas. Lo único seguro es que me van a ceder otro año. Lo que no se sabe es a qué equipo. De todos modos, es muy difícil que me quede en Brescia. La proyección obvia, y mi objetivo, es jugar en un nivel superior, sea en Italia o en España.

–¿Cuál es el balance de esta temporada que pasó en la Lega Due?

–Fue muy bueno, muy positivo para mí. Como equipo fue inesperado el hecho de llegar a la final, considerando que se había armado un plantel para zafar del descenso. En lo individual pude hacer lo que quería de entrada: sumar minutos y experiencia en una país nuevo y en una Liga nueva para mí. Caí al lugar justo, me parece. Los primeros meses me costaron bastante, pero en Brescia me tuvieron paciencia para hacer el proceso de adaptación.

–Leí que, sabiendo que tu papá va a dirigir 9 de Julio, te habían dado ganas de volver a Río Tercero para jugar el TNA. ¿Hay alguna chance concreta?

–Lo de las ganas es cierto. Pero es muy, muy difícil. Obviamente, cuando me enteré que mi papá iba a dirigir 9 de Julio, siendo el club de mi ciudad y el club del que soy hincha, me dieron muchas ganas de volver. Pero no sería muy inteligente. Desde chiquito que quise ir a jugar a Europa, y una vez que uno está allá, lo más lógico es quedarse. Además, tengo contrato con Milano. Pero igual los voy a estar siguiendo a la distancia. Y lo estoy ayudando a mi papá a armar el equipo. Ja. Me pregunta sobre jugadores norteamericanos, por mi paso por Europa y por la NCAA, y trato de ayudar como sea. Y él me ayuda mí: estoy practicando un poco de básquet con mi viejo y la parte física con Franco Papini y Javier “el Osito” Lunari.

Fuente: Mundo D.

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