“Todo esto es muy lindo, pero nosotros tratamos de transmitirles que sin sacrificio no hay resultado. A veces veo que es difícil transmitírselos porque veo que la idiosincrasia ha cambiado, y que cuesta hacer entender el significado de la palabra sacrificio”, señaló el bahiense.
Desde el jueves Pepe se encuentra trabajando en el Cenard junto a 50 jugadores menores de 18 años procedentes de 15 países de América en el marco del programa “Básquetbol sin Fronteras”. El objetivo es inculcarles conceptos basquetbolísticos, pero sobre todo transmitirles las experiencias de jugadores o ex jugadores.
El líder de Bahía Basket dijo que una de las grandes satisfacciones que le da este tipo de programas es permitirle acercarse a una generación nueva, e interactuar con ella, no sólo para enseñar, sino también para aprender.
“Lo que tienen que tener en cuenta es que están en la edad en la que tienen que dar un salto de calidad en su juego. Pero también es la época en la cual aparecen las zapatillas, la ropa linda, pero todo eso no es más que un decorado. Lo único que vale son las horas que trabajás, y eso únicamente lo ves vos o la gente que está con vos”, puntualizó.
“Ahora los chicos ven el producto terminado que es el jugador de la NBA con fama y los contratos, pero todo eso es muy posterior; para llegar ahí, tenés que hacer un largo camino. Esa es la idea que trato de transmitirles a los chicos”, indicó el base.
“¿Qué hay que hacer para lograrlo? Nunca dejar de mejorar, todos los años le tenés que agregar algo nuevo a tu juego, y eso se logra en el día a día. Acá no hay muchos secretos. Por más que tengas un talento desbordante, que seas muy atlético, la única manera, y perdón por insistir con estas palabras, lo único que queda para que todo funcione es repetir, entrenar y sacrificarse”, afirmó.
Fuente: La Nueva Provincia
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