• 24-11-2024
  • Buenos Aires, 15°C

Un antecedente "Cervecero"

Otra vez entró en la historia

Quilmes recuperó su mística de play off, que lo ha tenido siempre remando en desventaja deportiva y consiguiendo hitos. Ahora vuelve a entrar en la historia al sacarlo a Atenas por primera vez en su historia de los cuartos de final de la Liga. Lo superó 78-76, cerró la serie 3-1 y se mide con Libertad en Cuartos.

En la temporada 2000/2001 por primera vez en su larga y rica historia Atenas se quedó afuera de las semifinales. Quilmes lo sacó en un quinto partido en Córdoba. Ahora otra cita con la historia. Por primera vez Atenas no ingresa entre los 8 mejores del torneo: el mismo verdugo y también en desventaja deportiva.

La historia de Quilmes y Atenas deja mil huellas en el camino de la Liga Nacional pero estos play off significaban mucho para los dos equipos. Era la ratificación total del recupero Codorbés que armó el mejor plantel de los últimos tres años. Era la posible salvación de todo Quilmes para reivindicarse con su gente luego de más sinsabores que festejos. Y se dio esto último.

El cervecero se llevó el premio mayor al dominar la serie desde el juego uno, negarle a su rival la posibilidad de hacerse dueño de la situación de cancha del play off, obligarlo a jugar incómodo todo el tiempo y finalmente derrotarlo en tres juegos (casi siempre parejos) pero con absoluto merecimiento.

Es notorio lo dificultoso de explicar el partido de anoche. Quilmes en el desarrollo no fue nunca menos que su rival, sin embargo llegó a estar perdiendo y le costó hasta la última jugada llevarse la victoria. Atenas forzó muchos las situaciones de ataque, sobrevivió en acciones individuales y sin embargo se llevó tres de los cuatro cuartos del partido.

El recuento cronológico dice que lo mejor del local fue el primer cuarto. Lo pasó por arriba a Atenas. Tomó 19 tiros de cancha (6/11 en dobles y 4/8 en triples) contra 13 de su rival (6/11 en dobles y 1/2 en triples) merced a las pérdidas de Atenas y los rebotes ofensivos quilmeños.

De los 19 tiros acaso habrá forzado uno (un triple de Edwards) o en todo caso dos. Fue tal la superioridad que tomó lanzamientos muy bien parado, sin ser contestado por la defensa, desde todas las posiciones. Aprovechó además de manera exceletne la defensa zonal de su rival. Si Quilmes jugando como local, tomando excelente lanzamientos hubiese tenido más porcentaje debería haber llegado a los 30 puntos en el segmento. Pero fueron 24 y no ganó por más que 8 el primer cuarto (24-16) por que Acosta (cuando no) metió un triple de 7 metros por arriba de la marca. El desarrollo no se reflejaba en el tanteador.

Esa distancia termina siendo decisiva. Porque luego Atenas ganó los siguientes tres cuartos (22-21, 20-17 y 18-16). Desde el segundo parcial en adelante el partido fue muy equilibrado. Atenas en todo el primer tiempo dependió de Acosta para sobrevivir en el juego. No funcionó nunca el juego de pases, Osella y Moore que comenzaron gravitando se diluyeron y la media cancha (salvo Acosta) era presa de la defensa rival.

Quilmes que tuvo más vías para atacar el aro (como en toda la serie) logró meter una rotación con gol (Maciel, Aguirre y Romero), mientras que su defensa confundía a Atenas.

Los siete puntos del primer tiempo (45-38) no decían nada. Atenas tuvo serios inconveniente a lo largo de la serie para liberar al perímetro. La clave sería como haría en 20 minutos para dar vuelta toda la serie.

Acosta empujaba a los suyos, pero asumió demasiado protagonismo (cedido por sus propios compañeros que solo lo miraban a él). Bruno Lábaque tuvo un buen segundo tiempo, pero el técnico Carlos Bualó decidió administrar sus energías y en el mejor su momento (tercer cuarto) lo sentó. Luego de una ráfaga de 8 puntos (todos por arriba de la marca) su salida volvió a poner a Atenas en la “Acostadependencia”. El Huevo Sánchez preparó una secuencia de desgaste sobre el tirador quien fue marcado por Villares, Edwards, Salles y Maciel.

Con Lábaque sentado, Acosta careció de socio. Encima en el tercer cuarto Osella cayó al piso golpeado en una rodilla y debió abandonar la cancha. También salió Moore (desaparecido). El Ingreso de Mauro Bulchi y Cristián Romero fue una solución muy oportuna.

Ezequiel Dentis (que apareció en el segundo tiempo) y Diego Romero se dedicaron a luchar más que a jugar contra la pareja de internos visitante, situación que se repitió en el último cuarto ya con Harold Arceneaux en cancha.

Precisamente un triple de Bulchi lo puso al frente Atenas en el último cuarto (62-63). Quilmes convirtió solo cuatro puntos en los primeros cuatro minutos pero mantenía una ventaja de tres (66-63).

La clave del final del juego fue la aparición de Carl Edwards. Realizó una serie de acciones individuales, cuando Quilmes estaba ahogado sin juego ni gol y destrabó al local. La importancia decisiva de haber encontrado una buena dupla de foráneos a tiempo le cambió la cara al cervecero en el final de liga. Por el contrario en Atenas el cansancio le jugó una mala pasada a Acosta (jugó los 40 minutos). En el segmento final estaba fundido (no metió puntos) y fue presa de una marca asfixiante.

Dentis fue protagonista absoluto del final del partido. Primero consiguió un rebote ofensivo de oro peleado entre todas las manos, que derivó en un triple de Villares (71-67) a falta de 3.00. Luego cometió una falta antideportiva sobre Bulchi que lo sacó a Mauro de la cancha con un golpe en el hombro. Un libre (de los dos que tenía) más un triple de Figueroa (que ingresó por Bulchi) en la reposición igualó en 71 (a falta 1:40)

Luego Dentis en la acción posterior metió un solo libre pero le cerró el techo a Figueroa con una tapa descomunal y del rebote, Aguirre habilitó a Salles para la bandeja en contraataque (74-71 a falta de 58 segundos).

Bualó se la jugó con cuatro perimetrales y en la reposición Aguirre robó el balón, la acción quedó sucia y la pelota la encontró Palladino que sin más que hacer la tiró de tres: triple y 74 iguales. En la siguiente acción una corajeada de Edwards terminó con un doble inverosímil (76-74 a falta de 27 segundos). Con apenas 21 segundos Lábaque fue a línea pero metió uno solo (76-75) y Atenas debió cortar con falta en la última a Arceneaux que metió los dos (78-75) Finalmente Lábaque con dos segundos debió tirar libres, metió el primero, lanzó a errar el segundo y en la maraña de manos, el rebote le cayó al cervecero. Final, locura, festejo infinito de la gente con sus jugadores.

La temporada que se había puesto negra, de repente sobre el final encontró claridad. La llegada de los extranjeros, la unión del equipo, su orgullo deportivo y la mística de un entrenador que se luce en play off resurgieron a Quilmes. Por primera vez Atenas fuera de los cuartos de final. Otra vez el mismo verdugo que se da la mano con la historia.

Quilmes (78): Hernando Salles 7 (x), Eduardo Villares 15, Carl Edwards 21, Harold Arceneaux 14, Ezequiel Dentis 9 (FI); Diego Romero 7, Nicolás Aguirre 2 y Maximiliano Maciel 3. DT: Oscar Sánchez.

Atenas (76): Bruno Lábaque 14, Sebastián Acosta 22, Leandro Palladino 3, James Moore 10, Diego Osella 4 (FI); Brandon Mason 4, Juan Pablo Figueroa 8, Cristian Romero 5 y Mauro Bulchi 6. DT: Carlos Bualó.

Parciales: 24-16, 45-38, 62-58

Árbitros: Marcelo Latorre y Mario Aluz.

Estadio: Once Unidos.

Foto: Majo Gil

Fuente: Pablo Tosal (Archivo Pick and Roll 6/4/2008)

COMENTARIOS (1)

Mato 18/12/2013

no existen los Octavos de Final, era la reclasificación

Responder

DEJA UN COMENTARIO