Es una realidad que los extranjeros que ya han pasado por la liga, y demostraron rendimiento garantido, tienen un mayor costo que los que se pueden traer como desconocido y apostar a un buen rendimiento. Como fue el caso de Joseph Bunn que no lo quizo, ni Quilmes ni Estudiantes de Olavarría, Ni atenas, pero si Peñarol que apostó a un ala pivot de 1.96 mts. que terminó siendo el mejor extranjero.
Pero no es cuestión de jugar a los dados, los clubes con poco presupuesto no pueden apostar. Deben ir sobre seguro y eso se paga.
Por lo que, a Quilmes, como a tantos clubes, se le hace cuesta arriba contratar americanos.
Las idas y venidas de las negociaciones comenzaron con la posibilidad de traer a Yaya Dia, el senagalés que tanto incidió para que el cervecero llegara a semifinales. Pero la idea del jugador es seguir su carrera en europa. Algo similar buscan todos los demás extranjeros.
Primero luchan por un buen contrato en el viejo continente. Después verán donde más pueden trabajar. Y las respuestas, a esta altura de cierre del libro de pases, son siempre de salarios muy honerosos.
Charles Macon y Alex Blackwell, de rendimiento comprobado piden demasiado para las arcas quilmeñas. Ahora las mira apunta al versátil ala pivot Kelly Thames y al rendidor pivot Dexter Cambridge. Las respuestas no serán inmediatas, pero Quilmes aprendió a calmar la ansiedad y no desesperarse.
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