Golden State empezó el partido con una efectividad que realmente asusta, entre Curry y Thompson se las ingeniaron para acribillar desde temprano con cinco de cinco en tiros de tres puntos. Por suerte para los locales, la reacción llegó rápido y esta efectividad no opacó la idea de juego de los New Orleans. Es por eso que con Davis como el líder del equipo en ofensiva y grandes defensas, logró acercarse en el tanteador y hasta cerró el cuarto ganando por 26 a 25.
El cambio fue tan rotundo que en el segundo cuarto, el parcial se prolongó hasta llegar a un 19/0 para un equipo joven que se decidió por cambiar y lo hizo justo a tiempo. La ventaja llegó a ser de 16, pero un triple y un doble de Golden State dejaron el marcador un poco más ajustado al final del primer tiempo (63 – 52). Importante aporte del banco de suplentes de los locales, que fueron creciendo colectivamente y lo demostraron en la efectividad en tiros de cambio.
Con la premisa de seguir defendiendo fuerte, New Orleans saltó al rectángulo de juego y lo hizo posible. En los siete minutos iniciales, borró a los Warriors de la cancha que fueron empujados hacía una trampa en ofensiva para perder una y otra vez la pelota. Esto permitió que los Pelicans puedan correr el contraataque y se encontrarán con 19 de ventaja (77 – 58). El parcial terminó siendo 26 a 17, para que el tercer cuarto finalice 89 a 69 para los Pelicans que hacían vibrar a su gente, que veía como su equipo dominaba a uno de los mejores de la temporada, con un juego basado en su defensa y la confianza de sus jugadores para atacar el aro.
Con un equipo suplente, de a poco los Warriors fueron descontando los 20 puntos, llegando a bajar a ocho tantos a falta de cuatro para el final. En el momento más importante del partido empezaron a responder con más ganas que juego y aprovechando segundas oportunidades cargando el rebote ofensivo.
Esto obligó que los Pelicans tengan que volver a colocar su equipo titular, para cerrar el partido de una buena vez por todas, obviamente sin tener la misma comodidad y bajando la efectividad considerablemente. El miedo escénico en el último minuto se hizo protagonista y al no poder definir el partido, New Orleans estaba al frente 105 a 101, pero los ritmos eran manejados por los Warriors que tuvieron una mini racha de 13 a 2.
Cuando parecía que los Pelicans tenían todo cocinado, un triple de Curry y una anotación de dos en libres de Davis, le dio la oportunidad a los Warriors de forzar un suplementario. Y Curry lo hizo anotando un triple con doble marca encima y que todavía quedan las dudas si hubo o no falta.
El golpe fue muy duro para New Orleans que mostró su peor cara en los últimos ocho minutos (tres del tiempo regular y los cinco del tiempo suplementario). Mientras que a los Warriors alcanzar la oportunidad de poder revertir el mal partido disputado, los agrandó y con un Curry que siguió con la mano caliente y dos decisiones muy mal tomadas por Gordon y Davis. La visita se quedó con el partido por 123 a 119 y la serie se encuentra 3 a 0 para los dirigidos por Steve Kerr.
La gran figura de la noche fue Stephen Curry que no venía mostrando su mejor cara, pero en los últimos minutos fue la clave para llevar al tiempo suplementario y darle la victoria en los cinco minutos extras. El base terminó con 38 puntos, nueve asistencias y cuatro rebotes en 43 minutos.
Flavio Ariel Ibarra
En Twitter @Flaviorocambole
www.pickandroll.com.ar
DEJA UN COMENTARIO