Los Golden State Warriors arrasaron a los Memphis Grizzlies (98-78) en el quinto partido de la semifinal del Oeste. Mediado el tercer cuarto, el encuentro ya estaba sentenciado, Stephen Curry se había hinchado a colar triples, Draymond Green a repartir asistencias, y Klay Thompson, Harrison Barnes e Iguodala a finiquitar las rapidísimas transiciones del equipo de Oakland.
Los Grizzlies, tras un buen inicio (12-23), se vieron abrumados por la velocidad y la eficacia de los Warriors en ambas canastas. La ausencia de Tony Allen, lesionado, les restó el punto de garra y eficacia defensiva indispensables para frenar a la pareja exterior de los Warriors.
Stephen Curry sacó a relucir el inmenso talento que le ha valido el premio MVP al mejor jugador de la temporada. Sumó seis triples, 18 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias y lideró el vibrante estilo de juego de su equipo, extraordinariamente eficaz: un 14 de 30 en triples, con un porcentaje del 47% de acierto.
Los Grizzlies, tras ese buen inicio, acumularon pérdidas de balón y fallos en la finalización que provocaron un vuelco a un marcador en el que se dispararon las diferencias. Los Warriors cerraron ya el primer cuarto por delante (25-24) y acumularon una ventaja de 24 puntos.
Marc Gasol se quedó demasiado solo. Sumó 18 puntos, pese a que su serie de tiro fue muy discreta (8 de 22), además de 12 rebotes y 6 asistencias. Las aportaciones de Randolph y Conley, con 13 puntos cada uno, resultaron insuficientes.
Los Warriors, en cambio, además de Curry, contaron con las aportaciones ofensivas de Klay Thompson, con 21 puntos, Iguodala, con 16, Barnes, con 14, y la labor de Draymond Green, con 9 asistencias y 7 puntos. Los Warriors dominan por 3-2 la semifinal del Oeste tras ganar un quinto encuentro crucial, según demuestran las estadísticas. 147 de los 180 equipos que han ganado ese quinto encuentro, es decir, un 82%, han acabado ganando las series.
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