El día de las semifinales finalmente llegó. El cruce a un solo partido que determina la final del Súper 4 en un torneo que ofrecerá al primer ganador de la temporada y además otorga un boleto para la Liga Sudamericana de octubre de este año.
Para la clase de inversiones que hacen los equipos en la Liga Nacional, poder ganar un torneo en el medio de ella, con trofeo y vuelta olímpica no es poca cosa. Cuando termina la Liga Nacional uno solo sale campeón y varios que se anotaron en la carrera y no llegaron tendrán más motivos para estar mal que bien. Por eso ganar un “premio consuelo” como este torneo de mitad de temporada ya descomprime presiones y genera una primera alegría que descomprime presiones.
El favorito del torneo es San Martín, porque es local y porque en dicha condición ganó diez partidos y perdió solo uno. Supera a sus rivales por un promedio de 10 pts (81.0 a favor y 71.0 en contra). Solo cayó ante Olímpico de la Banda (79-86) en un juego donde no sólo el rival lo dominó tácticamente sino que también fallaron las individualidades para poder revertir el resultado (4/25 en triples).
El equipo de Sebastián González es local pero tampoco soporta una presión innecesaria. Los dirigentes ya han manifestado que el resultado del torneo no condicionará su trabajo, ni generará malos humores, incluso cayendo en el cruce de hoy. Lo tienen claro y de hecho estuvieron a punto de no organizarlo porque sus principales directivos están ahora de vacaciones. Es importante que el local pueda disfrutar el partido y no padecerlo, de allí nacerá su primera ventaja.
San Martín, que terminó la primera fase con récord de 14-4, llega con equipo completo, sin lesionados y habiendo entrenado todos juntos desde el 2 de enero incluso con los extranjeros Reynaldo García y Jeremiah Wood.
El recuerdo de la final perdida en la Liga Sudamericana como local es un eco lejano que no se filtra en este presente. El equipo se ha retocado/mejorado y aunque no quiere tener presiones sabe que es favorito. También existe el desafío propio de los jugadores de saber en qué lugar están parados enfrentando a los otros tres mejores de la actual competencia.
Su oponente Gimnasia de Comodoro fue un caso extraño. Comenzó la Liga con una contundencia brutal y jugando muy bien. De repente, después de encadenar una racha de 9 partidos ganados de manera consecutiva (récord de 11-3) se olvidó de cómo ganar. Después de una buena victoria ante Bahía Basket en el Casanova, cayó en Mar del Plata ante Quilmes y Peñarol y desde allí comenzó un derrotero de 8 partidos perdidos seguidos por Liga Nacional más tres derrotas por Liga Sudamericana. Un total de 11 caídas en solo un mes (del 20 de noviembre al 20 de diciembre) que determinaron cambios en el equipo.
En el medio había quedado la lesión de Diego Romero y Leonel Schattmann, la aparición de Pitu Rivero y la definitiva baja de O´Louis McCoullough. Ahora con un nacional más (Rivero por McCoullough) y un extranjero nuevo (Eloy Vargas por Lotanna Nwogbo) el equipo busca su versión definitiva.
Hoy se producirá el debut del pivote dominicano Eloy Vargas (28 años y 2.11 mts) quien llegó para darle poder rebotero y solidez defensiva al poste bajo comodorense. Hoy el actual campeón del Súper 4 que defiende el título tendrá plantel completo.
Para conseguir el boleto al S4, Gimnasia venció a Bahía Basket recién el 22 de diciembre en un partido postergado de la primera fase y es el recuerdo más inmediato que tiene. Una noche donde para ganar necesitó de hacer 110 puntos en un suplementario y la noche mágica de Leonel Schattmann que metió 41 puntos. Así cortó su sequía de victorias y de paso clasificó a este torneo.
A primer turno juega el otro candidato. Hace su presentación el puntero de la zona Sur, San Lorenzo de Almagro, quien se llevó la primera fase con el mismo récord que San Martín: 14 ganados y 4 perdidos.
El equipo de Julio Lamas la temporada pasada se quedó afuera del Super4 que se realizó en Capital Federal en cancha de Obras pero logró el título de Liga. Esta vez con un equipo armado con pretensiones máximas va en busca de un torneo tentador para las vitrinas del club.
El conjunto de Boedo luce como una maquinaria que va engranando perfecto sus magníficas piezas. A diferencia de la temporada pasada, esta vez tiene un dueto de extranjeros que no debió cambiar y se afianzaron bien en el equipo.
Rápidamente hay que aclarar que se menciona dueto y no trío, porque no se toma en cuenta para la relación “extranjeros-adaptación” al uruguayo Mathías Calfani quien el propio Lamas lo cuenta como un nacional más, por idioma usos y costumbres. Incluso Jerome Meyinsse es un jugador que conoce nuestra competencia y se involucra rápidamente en el grupo.
Con la estabilidad de su plantel, Lamas ha podido trabajar más tranquilo y los resultados llegaron rápido. Estableció diferencias en la sur, por juego y por contundencia, que lo llevaron rápidamente a ser el puntero de la zona.
Para esta noche San Lorenzo tiene una noticia muy importante: la reaparición de Gabriel Deck, que después de dos meses (su último partido fue el 6 de noviembre ante Hispano Americano) regresa al equipo sin haberse operado y con recuperación total de su pie.
Mientras prepara su alma para la cita máxima de la Liga de las Américas (la gran apuesta del club) San Lorenzo llega a Corrientes para ratificar su madurez como equipo y las ambiciones de levantar una copa inédita en sus vitrinas.
Finalmente aparece Estudiantes de Concordia, la gran sorpresa de la Liga Nacional, quien a base de juego colectivo, una individualidad desequilibrante y el buen trabajo asentado del año anterior con continuidad en esta temporada le permitieron que en la zona Norte le ganara a todos al menos una vez.
Su récord de 12-6 en la primera fase lo llevó a ubicarse segundo y entró a este Súper 4 que no estaba en los papeles previos. Es un regalo que se hizo el grupo para si mismo ratificando que de proponérselo estarán todo el año en la pelea de la punta de la zona Norte.
El conjunto de Hernán Laginestra tiene al goleador del torneo: Darquavis Tucker, quien anota 21.7 pts de promedio por noche (en 22 partidos) siendo además el jugador de mayor valoración del torneo (24.3) y esto es raro por tratarse de un goleador.
Sucede que Tucker además de anotar mucho (73% en libres, 58% en dobles y 32% en triples) también ayuda con 6.8 rebotes (una enormidad para un escolta) y 2.5 asistencias. A su influjo hay jugadores que están rindiendo por arriba de lo esperado como Federico Marín (12.4 pts y 4.7 rebotes) y Jonatan Slider 9.4 pts (42% en triples).
Luego también aparecen jugadores con más rendimiento que nombre. Desde la base Sebastián Orresta dio el salto de madurez necesaria para poder comandar la nave. Un pivote determinante como Javier Justiz Ferrer (11.9 pts, 8.4 rebotes y 2.3 tapas), un extranjero díscolo y rendidor como Ricardo Powell (14.1 pts, 40% en triples, y 5.2 rebotes) más el siempre rendidor Facundo Giorgi quien marca el ritmo defensivo del back court del equipo.
Hay una copa en juego, un pasaje a la Liga Sudamericana del año que viene, promesa de espectáculo y dos partidos de alto vuelo. Mucha jerarquía individuales y grandes entrenadores. Cuando se presenta un combo como el de hoy hay que aprovecharlo, una doble jornada para no perderse.
Pablo Tosal
@pablotosal
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