Pese a tratarse de una instancia de cuartos de final, el cotejo en sí, por el rival y lo que estaba sobre la mesa representaba una verdadera final.
Bien sabida era la injerencia de las mexicanas a través de su localía, y por tal motivo, la celeste y blanca entendió antes de comenzar que no se podía permitir relajaciones, ni distracciones de ningún tipo. La concentración sería la clave para lograr la victoria.
Y así lo pudieron plasmar desde el arranque. Un rápido 5-0 en 1:30, se transformó en un 11-2 llegando al promedio, con un juego fluido en ataque, y apremiante en defensa, lo que le ocasionó al rival cinco pérdidas en ese puñado de minutos.
La primera línea de resguardo inclinó la balanza a favor de la Selección, la cual con el ingreso de Fontana sumó otra vía de gol dentro de un andamiaje que desnudó todas las falencias del adversario, abriendo la cancha y haciendo mucho daño con cada penetración.
Cerrando ese pasaje, y luego de estar 11 arriba (17-6), Argentina sufrió una racha adversa de 8-2 en 1:30, que la obligó a poner atención y dejó el electrónico 19-14.
El acercamiento azteca se daría hasta los tres tantos de margen (21-18) en los primeros pasajes de ese segundo capítulo. Un triple de Florencia Chagas reinició el motor ofensivo nacional, que reencausó su liderazgo en un periodo que no se caracterizó por el goleo.
La fricción se fue haciendo cada vez más evidente, pero en esas circunstancias nuestras chicas supieron como canalizar esa adrenalina, recuperando el doble dígito de diferencia a falta de tres minutos (31-20).
Con sendos triples de Camila Suárez y Laila Raviolo, la brecha se volvió de 17 (39-22), aunque al momento de ingresar a zona de vestuarios se redujo a 13, 39-26.
Al regreso del descanso largo Argentina comenzó a sellar su clasificación. Un certero 4-0 en el primer minuto, fue escalando en la proyección, a base de una ecuación que por simple y antigua no deja de ser efectiva: defensa, defensa, defensa y más defensa.
Cortando en primera línea, la celeste y blanca siempre corrió el contraataque con ventaja, y de esa forma edificó un 20-2 en cinco minutos que irremediablemente marcó el principio del fin para el match.
Tomando 30 de luz (59-29), la escuadra criolla solo debió administrar el reloj y la diferencia para encaminarse indefectiblemente a semifinales, y a obtener su clasificación al Mundial U19 del año entrante.
Incluso el 10-2 que sufrió en los siguientes tres minutos solo sirvió para que las mexicanas recorten a 22 (61-39); lejos de ser un gran dolor de cabeza.
Con el tablero indicando un 66-45 más que tranquilizador, los diez minutos finales sólo sirvieron para que la efervescencia de los cuartos anteriores cayera, y de esa manera, el cierre del cotejo sea menos agitado.
Aún con tiempo por delante, ya no quedaba más en juego. Argentina comenzó a festejar un triunfo inobjetable, que la deposita en semifinales ante Canadá este lunes, y lo más importante, con un nuevo desafío en su horizonte: el Mundial U19.
Mirá las estadísticas completas del partido acá.
Emanuel Niel
@ManuNiel
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