La 2018/2019 comenzó como había terminado la anterior para los Golden State Warriors: con una victoria. El bicampeón de la NBA festejó por partida doble, ya que abrió la velada con la tradicional ceremonia de entrega de anillos, y luego la cerró con una victoria sobre Oklahoma City por 108 a 100.
Pese a no poder contar con Russell Westbrook, quien se recupera de una artroscopia en su rodilla derecha, el Thunder no fue un rival sencillo para los Warriors, que necesitaron de dos jugadas claves sobre el final del partido para sentenciar el juego.
Una de ellas fue de Stephen Curry, la figura de la noche con 32 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias en 37 minutos de juego. El base tomó las riendas de la ofensiva de su equipo cuando apenas ganaban por dos, y con un doble y falta a media distancia dejó a los Warriors arriba en el marcador 102-97.
Más tarde, luego de un triple errado por parte de Denis Schroder, Kevin Durant penetró y llegó hasta el fondo para dejar el marcador 106-99 con 24.8 en el reloj. Pese al estallido del público, “KD” dejó con el aliento en la boca a más de uno tras una dura caída posterior a la bandeja. Sin embargo, puso continuar. El alero finalizó el partido con 27 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias en 38 minutos.
En Oklahoma City no alcanzó con Paul George, autor de 27 puntos (9/23 de cancha), 5 asistencias y 4 recuperos. Por su parte el alemán Schroder, en su debut con la camiseta del Thunder, lo acompañó con 21 tantos, 9 rebotes y 6 pases gol.
En el equipo de Steve Kerr, que todavía n puede contar con el lesionado DeMarcus Cousins, Klay Thompson cerró su planilla con 14 puntos, al tiempo que Damian Jones sumó 12 tantos y Kevon Looney tuvo un muy buen aporte desde el banco con 10 y 10 rebotes.
El próximo viernes los Golden State Warriors viajarán a Utah para enfrentarse al Jazz. Por su parte, OKC irá en busca de su primera victoria ese mismo día cuando visite a los Clippers.
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