Tras un muy entretenido partido, todo se decidió en un tiempo extra donde Zalgiris templó mejor sus emociones y jugó con más acierto en los minutos finales, para así ganar por vez primera en la cancha del Panathinaikos.
Los visitantes comenzaron mejor con Brandon Davies a la cabeza (10-20), y mejor le fue al Zalgiris con el paso de los minutos, con White y Walton haciendo de las suyas (20-37). Sólo en los minutos finales del segundo pareció que el Panathinaikos lograba organizar sus ideas y recortó un poco las distancias (33-44).
El equipo de Xavi Pascual se recuperó en el tercer cuarto cuando Keith Langford empezó a carburar y redujo la ventaja a solo cuatro puntos (49-53). En las siguientes posesiones Zalgiris reaccionó y se volvió a ir (51-58), aunque ahora el Panathinaikos no iba a permitir más concesiones, ya con Calathes en plan general (61-62), y finalmente poniéndose por delante (64-62) con cuatro minutos en el reloj. En los últimos dos minutos de reglamentación, la superestrella griega se hizo cargo y un triple puso a Panathinaikos a cuatro puntos (74-70).
Sin embargo, Zalgiris respondió y con seis segundos para el final, el juego estaba empatado en 76. Calathes perdió la oportunidad de ganar el juego para Panathinaikos con un triple. Por segunda temporada consecutiva, los dos equipos jugaron un tiempo extra en Atenas. En el tiempo extra, el equipo lituano aumentó seis puntos (80-86) gracias a la fuerza y eficiencia de Brandon Davies y finalmente ganó el partido.
Davies terminó con 18 puntos y cuatro rebotes, mientras que Nate Wolters coqueteó con un doble-doble de 10 puntos y nueve rebotes. Langford sumó 13 puntos más.
Por el lado perdedor, Calathes terminó el juego con 22 puntos y cinco asistencias.
El Barcelona logró anotarse un importante triunfo en la difícil pista de Darussafaka de Estambul (71-79) y, con dos victorias, logra enmendar las dos derrotas sufridas con que arrancó la presente edición de la Euroliga. Los de Pesic pudieron sobreponerse a un mal tercer cuarto con un aplastante cierre de 21-7 en el último. Destacaron en el cuadro blaugrana Ante Tomic (17) y Chris Singleton (18).
En Estambul, el equipo entrenado por Svetislav Pesic se adueñó de los rebotes ofensivos -17 en total- y se sobrepuso a un nefasto parcial de 24-11 en el tercer cuarto para sumar el segundo triunfo en la máxima competición europea.
El pívot Ante Tomic (17 puntos), el alero Chris Singleton (18 puntos, 5 rebotes ofensivos y 22 de valoración) y el base Thomas Heurtel, decisivo en el último cuarto, anularon la jerarquía interior de Michael Eric (17 puntos, 9 rebotes y 25 de valoración).
Fue un duelo con muchas alternativas. El Barcelona firmó uno de sus mejores inicios de partido en lo que va de temporada. Su baloncesto brilló gracias a una presión defensiva en campo rival muy intensa, provocando hasta cuatro pérdidas del equipo turco, y un Ante Tomic inmenso en la zona acompañado por Kevin Pangos, que dirigió con criterio el ataque azulgrana.
El pívot croata terminó el primer cuarto con unos porcentajes de tiros casi impolutos y 10 puntos que dieron alas a su equipo, que llegó a gozar de una ventaja de 11 puntos (8-19, min.7).
Pidió tiempo muerto Ahmet Caki y su equipo resucitó. Cinco puntos consecutivos de Brown y la aparición de Michael Eric, su faro en la zona, pusieron tierra de por medio y situaron el 18-23 al que se llegó tras los primeros 10 minutos.
De más a menos, el Barcelona se empequeñeció en el inicio del segundo cuarto. Impuso Eric su ley en el juego interior y exteriores como Diebler aparecían para situar el 26-27 (min.23).
Pese a la mejoría, el equipo turco, con problemas en el rebote defensivo, no cogió las riendas del partido, una circunstancia que aprovechó Chris Singleton para lucirse desde la línea de 6,75 metros con tres triples (31-41, min.18).
Tomic y Pangos tomaron, de nuevo, el relevo ofensivo y mantuvieron una renta cómoda de diez puntos hasta que Demir, en el último segundo, tuvo suerte con un triple desde su propio campo para dejar el 40-47 tras los primeros 20 minutos.
Si el inicio del primer acto fue perfecto para el Barcelona, los primeros minutos del tercero fueron una pesadilla para losa azulgranas. Apretó las tuercas en defensa el equipo turco, anulando a Tomic y ahogando a Pangos, que completó un parcial de 0-9 en apenas tres minutos (49-47) con Eric mandando en la zona.
Volvía a empezar el partido para los de Pesic, que dio entrada a Jaka Blazic para endurecer la defensa. Entre el esloveno y Seraphin mantuvieron el partido igualado hasta que el equipo turco encadenó dos triples seguidos de Evans y otro más de Ozmizrak para dejar el 64-58 tras el tercer acto.
Reaccionó el Barcelona gracias a la defensa, dejando al Darussafaka, muy impulsivo desde la línea de 6,75 metros, sin anotar en los primeros 4 minutos y 45 segundos del último acto.
Pese a su ritmo lento en ataque, el equipo catalán pudo encadenar un parcial de 0-9 y volver a ponerse por delante con Seraphin y Heurtel como jugadores destacados (64-67, min.35).
Con las fuerzas igualadas, los nervios aparecieron en el parqué. Las faltas se multiplicaron y ambos equipos solo anotaban desde la línea de tiros libres en una competición entre Tomic y Eric.
A cuatro minutos para el final, la estrella del Darussafaka regresaba al banquillo con 4 faltas y el Barcelona, ante el bajísimo acierto exterior de su rival, lo aprovechó para cerrar el encuentro de la mano de Heurtel, Singleton y Pangos.
El Herbalife Gran Canaria, apoyado por su entusiasta afición, realizó un muy buen encuentro y planteó una gran oposición al CSKA de Moscú (91-106), aunque el conjunto ruso, con facilidad para anotar de tres, consiguió su cuarto triunfo consecutivo en la Euroliga.
El Gran Canaria comenzó el encuentro con descaro ante un adversario de un enorme potencial y obtuvo seis puntos de ventaja merced a un triple de Chris Evans.
Los jugadores de Salva Maldonado, gracias a la facilidad anotadora de Evans, seguían agrandando su diferencia (18-10), pero CSKA apretó el electrónico hasta situarse un punto por debajo tras un parcial de 0-7 (22-21).
El técnico del conjunto insular paró el choque y Herbalife se cerró el primer cuarto con tres puntos de renta (29-26), con un atinado Balvin, ante un rival en el que De Colo y Clyburn eran los más certeros de cara a la canasta.
El inicio del segundo cuarto fue un espectáculo ofensivo de los dos conjuntos, con un juego dinámico concluido con canastas triples en ambos aros.
Sergio Rodríguez, base tinerfeño del equipo de Dimitrios Iotudis, sacó su magia a relucir, aunque Clevin Hannah hizo lo propio para el 'Granca' y se convirtió en una pesadilla para los visitantes.
Herbalife llegó al ecuador de este segundo cuarto con nueve arriba (48-39), pero CSKA, capturando rebotes ofensivos y con Hunter haciendo mucho daño bajo el tablero local, se marchó al descanso con solo tres puntos de desventaja (55-52).
CSKA volteó el marcador tras el paso por vestuarios con triple de Peters y canasta de dos de Clyburn (55-57), pero el Gran Canaria no le perdió la cara al partido pese a las espectaculares acciones en ataque de su contrincante, y hasta el público coreó lo de 'este partido lo vamos a ganar'.
El equipo ruso hizo oídos sordos y con un triple del 'Chacho' Rodríguez y un posterior palmeo de Hines provocaron el tiempo muerto del anfitrión (67-71, a falta de 3.45), y el cuadro local empató a 73 con dos puntos de Rabaseda y un Paulí especialmente activo que aparecía por todas partes.
El Herbalife afrontó el último cuarto con tres abajo (77-80) y el sueño de que el gigante ruso perdiese en la isla su condición de invicto en la esta Euroliga, y el pabellón se convirtió en una fiesta tras cuatro puntos consecutivos del espigado Pasecniks (81-82).
El partido entró en los últimos cinco minutos con un emocionante 84-86 tras un triple de DJ Strawberry, pero a los rusos no les tembló el pulso y se fueron de 5 (84-89), para aumentar su renta a 7 con dos tiros libres del galo De Colo.
Un lanzamiento de Peters pareció sentar el partido (86-94), con 3.55 aún por disputarse, aunque en el Gran Canaria Arena no decayó tras dos puntos de Tillie, si bien otro nuevo triple de Higgins allanó el camino de la victoria visitante ante un equipo isleño que acabó ovacionado.
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