Al referirnos a Golden State Warriors sólo se ocurre hablar del éxito del equipo con Steve Kerr a la cabeza. Los tres títulos cosechados, la figura de Stephen Curry como eje principal de la franquicia, Klay Thompson como aliado ideal del base, Draymond Green como gran acierto en el Draft del equipo, la sumatoria de la superestrella Kevin Durant, la capacidad goleadora (en especial en tiro de tres puntos) y un estilo de juego muy intimidante.
Todos esos factores favorables fueron puestos en jaque en nueve días. La lesión de Draymond Green en el pie, y la posterior molestia en el abductor de Stephen Curry sólo fue el principio del mal momento que sufren actualmente los Warriors.
Pese a que salió el sol con la victoria de este viernes ante Portland Trail Blazers, la escuadra de Oakland fue derrotada cuatro veces consecutivas en estos días. Primero Houston Rockets lo goleó 107-86, fue vencido agónicamente 112-109 por Dallas Mavericks, recibió una cátedra ante San Antonio Spurs al caer 104-92 y recibió otro baile ante Oklahoma City Thunder por 123-95. Fue la primera vez que Kerr sufre cuatro reveses seguidos y la primera vez de la franquicia desde 2013. Es, sin dudas, un síntoma grave el que padecen.
Sin embargo, lo más preocupante es el nivel del equipo. Con Curry y Green afuera, la responsabilidad cayó en las manos de Kevin Durant y Klay Thompson. Sin embargo, ni KD ni Thompson lograron cumplir con las expectativas y el funcionamiento tanto individual como colectivo decayó muchísimo.
En primera instancia, hay que mencionar que Chef Curry se ha ausentado en siete juegos esta presente temporada, cayendo en cinco juegos. La estadística es muy alarmante y preocupa mucho en caso de que el base sufra una nueva lesión. Por otra parte, mientras el equipo no contó con Durant durante la temporada pasada los resultados fueron distintos y Curry supo tapar bien el hueco del ex alero del Thunder. El equipo sólo logró 95 puntos de promedio en estas cuatro derrotas son un claro signo de que sin Curry (29.5 puntos por juego, 51% en tiros de campo y 49% en triples) el equipo no sobrevive y que el debate que se había disuadido entre él y Durant queda balanceado a favor del equipo.
Los triples no cayeron –donde con Mavericks sólo metieron cuatro en todo el juego-, y para colmo, el porcentaje de Durant y de Thompson no fueron acordes pese a ser los mejores en esta pálida imagen. Sin contar el triunfo ante RipCity, Durant consiguió 20, 32, 26 y 27 puntos pero con sólo un juego en el que llegó al 50% en tiros de campo y un porcentaje de 20% en triples como su mayor cifra en esta mala racha. Asimismo Klay también se vio afectado donde tuvo su mínima de la temporada con 10 ante los Rockets y sin triples anotados. Luego completó con 22, 25 y 27 unidades los siguientes encuentros pero lanzando por debajo del 50% tanto de dos como de tres puntos.
En el aspecto defensivo pasa igual. Green le aporta mucho marcando jugadores de buena talla, dando un apoyo en las ayudas defensivas, repartiendo asistencias (el mejor con 7.2), recuperando pelotas (lidera con 1.8 de promedio), tomando rebotes (7.5 siendo el primero en la plantilla), entre otros factores. Esto lo ha dejado en la puerta de ganar el Jugador Defensivo del Año. Pero su baja representó un vacío en el aspecto defensivo. En el último juego, sobre todo, se vio las grandes debilidades que tiene el bicampeón de la NBA en el post bajo donde sufre y mucho la ausencia del ala pívot.
Curry y Green son muy necesarios. La verdad muestra que el equipo no logra sobrevivir sin ellos. ¿Este efecto seguirá estando presente en los próximos juegos? ¿Será que el reinado de los Warriors está a punto de venirse abajo? Lo único claro es que con la presencia del armador y el interno el equipo está mejor acoplado en ambos sectores de la cancha y son infaltables. Kerr, mientras tanto, augura no seguir cayendo en la tabla y lograr un triunfo para recuperar energías, mientras espera por la recuperación de dos de sus jugadores más importantes de la plantilla.
Juan Ignacio Albuquerque
Pick&Roll
@JuaniA10
DEJA UN COMENTARIO