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Bill Laimbeer, el pivot que nadie quería enfrentar

Hoy en Pick And Roll podríamos recordar a muchos jugadores antes que él en la NBA. Más talentosos, finos, técnicamente superiores. En definitiva, mejores. Hoy nos comprometemos a escribir la historia de alguien diferente, que a su manera fue uno de los líderes de uno de los mejores equipos de la historia, Los Detroit Pistons de la década del 80.

Elegido en 1979

Fue elegido en el Draft de la NBA de 1979, por los Cleveland Cavaliers en el puesto 21 de la tercera ronda (65 en el total), lo cual limitaba sus posibilidades de disputar minutos en la mejor liga del mundo. Así que se fue un año a jugar la Lega italiana, para volver al año siguiente al equipo que lo eligió. Sus números el primer año no fueron excesivamente brillantes, a pesar de contar con minutos en la pista, por lo que, a mediados de la segunda tamporada, fue traspasado a los Detroit Pistons, donde realmente despuntó como el gran jugador que fue.

Jack McCloskey, el que confió en él

El general manager de los Pistons y creador de los Bad Boys, Jack McCloskey, había visto jugar un par de partidos a Laimbeer en Cleveland y quedó sorprendido por su espiritu competitivo, a pesar de ser suplente en ese entonces. "Me quedé sorprendido por como Bill luchaba cada pelota, intentaba intimidar a los rivales y poseía buenos movimientos ofensivos".

Jack no dudó y en cuanto pudo lo sumó a Detroit, con la esperanza de que haga el mismo trabajo pero con más continuidad y un buen equipo que lo apoye. "Era la pieza que nos faltaba, teníamos talento pero para ganar muchos partidos en una temporada, necesitabamos presencia en el poste bajo, que era lo que Bill nos ofrecía. Él no tenía problemas en pelearse con nadie, en cualquier estadio y contra cualquier afición".

Podemos decir que quizá este sea el jugador más duro y "sucio" de todos los tiempos en la NBA. Hubo otros tantos jugadores con ese caracter, importantes. Pero él se peleó ,les pegó y le ganó a todos ellos. No le importaba el nombre, no le tenía miedo a nada ni nadie. Él guió a todos sus amigos, los Bad Boys a reinar en el final de la década del 80, cuando los títulos y las finales sólo eran propiedad de los Celtics y Lakers.

Porque claro, no estaba sólo. A su lado tenía a un tal Dennis Rodman, quién años más tarde tomara el estandarte de jugador sucio y pendenciero de la liga. Con sus raros cortes de pelo, teñido de varios colores. Tatuajes, piercings (cuando todo esto llamaba la atención, no como hoy que es normal). Salía con Madonna, también cuando era una chica “mala” y transgresora. No como ahora que es todo corazón

Dirigidos ellos intelectualmente por el crack de Isiah Thomas. Uno de los mejores bases de todos los tiempos (sin dudas). Pese a quién le pese. Ni que hablar de Joe Dumars, que se encargó de arruinarle la vida (hasta que pudo) a un tal Michael Jordan. Declarado como el mejor defensor de “Su Majestad” de todos los tiempos. Tanto fue así que Jordan, cansado de que éstos chicos malos lo dejaran afuera de los playoffs, se metió en el gimnasio en busca de músculo. Para afrontar las palizas que le daban.

Todos los grandes “pasaron por las manos” de Bill. A Larry Bird le pegó todo lo que quiso. Como a Kevin Mc Hale, Robert Parish y todos los populares Celtics. Para el “gordito” Barkley también hubo, y sabemos que con éste no se jodía, otro que le gustaba pelear. Sigue la lista, el enorme Patrick Ewing; Magic Johnson, a quién le borraba un poco de su eterna sonrisa. El musculosísimo Karl Malone. Hay mucho archivo de todos éstos encontronazos.

Odiado en todas las canchas, lo insultaban, rompían sus camisetas en las gradas, etc. Él parecía sentirse cómodo con todo este entorno.

Pippen: "Odiaba con el corazón a Laimbeer"

Scottie Pippen, uno de los que más sufría a los Bad Boys en ese entonces, confesó que "odiaba a Bill Laimbeer, con el corazón. Sabíamos que era dificil entrar a la zona pintada sin recibir uno de sus golpes arteros, burdos y fuera de lugar. Era un jugador demasiado rudo, él hacía lo mejor para su equipo, pero deslucía el espectáculo. Lamentablemente, era algo que a él no le interesaba".

Cierto es que también sabía jugar, un gran reboteador, de más está decir cosas de sus defensa. Y un dato importante. Para cuando hoy, re contra actualizados, en el básquet los hombres altos salen al perímetro a tirar de larga distancia, él con sus 2 metros y 11 centímetros era un buen triplero en ésa época. Un adelantado. Como nota de color podemos decir que ganó dos títulos consecutivos, 88-89 y 89-90, nada mal.

Debemos decir también que se lo acusa de arruinarle la carrera a un tal Larry Kristowiak. Luego de que le atestara uno de sus fules. Pero esto sería más chisme que otra cosa. No reivindicaríamos tal acción si fuese adrede. Si bien exagerado en ocasiones en sus mañas y a veces de violento estilo de juego. Fue un jugador más que útil y de los que siempre necesita un equipo. Alguien siempre tiene que hacer el trabajo sucio.

Flavio Ariel Ibarra

COMENTARIOS (1)

lapro 05/12/2018

...y tambien agregar que era un niño de familia millonaria...

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