Si una ventaja ha tenido Argentina en los días previos al torneo denominado Preclasificatorio Olímpico Americano femenino, es el hecho de haber podido arribar a Bahía Blanca sin complicaciones.
Si bien el grupo se conformó por tandas, y las últimas en llegar fueron Macarena Rosset y Florencia Chagas el lunes por la tarde, los otros tres seleccionados no corrieron con la misma suerte.
El paro sorpresivo de aeronáuticos del martes puso todo de cabeza. Tanto Brasil como Colombia que debían llegar en horas del mediodía de ese mismo día, tuvieron que cambiar el trasporte, y en vez de tener una hora de vuelo; sumaron cerca de 10 en colectivo; arribando a Bahía Blanca en la madrugada del miércoles.
Similar fue lo que le terminó ocurriendo a Estados Unidos. Si bien las horas de espera entre el arribo a Ezeiza y el potencial despegue desde aeroparque el plantel estadounidense las vivió cómodamente instalado en un hotel de Capital, la postergación de su vuelo (de 21:10 a 00:40) y la posterior cancelación también les generó un trastorno.
No les quedó más remedio que subirse a un colectivo, y terminaron llegando a suelo bahiense el miércoles sobre las 21.
En base a los antecedentes cercanos en el tiempo, se puede llegar a hacer una aproximación de lo que podría verse en el parquet del Dow Center, aunque hay que tener presente el cambio de algunos nombre y el tiempo, por poco que haya sido, de trabajo que sumaron todas las selecciones.
Sin lugar a dudas, y con una cuota grande de esperanza e ilusión, lo demostrado por Las Gigantes en Puerto Rico necesariamente debió haber sido un piso de rendimiento, el cual conjugó malos pasajes y fallas de concentración.
Si bien la celeste y blanca volverá a vivir la ausencia de Melisa Gretter, y por decisión del cuerpo técnico no se repetirá una dupla de bases por tercer torneo consecutivo, hay varios aspectos que hacen creer que las nuestras mostrarán otra cara.
No es menor que se hayan sumado Macarena Rosset y Ornella Santana. “Maqui” no solo entrega orden y dedicación, sino que además aporta rompimiento y tiro de media distancia, una situación que escaseó en el torneo celebrado en la isla.
Por su parte “Orne”, más activa en defensa que en el aro rival, es una tiempista por naturaleza, por lo que generará un equilibrio necesario, sobre todo en los momentos de bajón (que esperemos sean pocos).
El armado del juego será una novedad. Si bien el recurso de correr a Débora González al puesto del uno ya es común, y en los momentos calientes de la AmeriCup fue regla, será interesante ver la conjugación de Luciana Delabarba con Florencia Chagas.
Luciana le aportó rebeldía al ataque en suelo boricua, y con ese recurso en más de una oportunidad Argentina le pudo dar prisa al mal paso. En tanto que Chagas, la cual viene entrenando con la mayor desde 2017, tendrá su primer desafío.
Si bien en los papeles la idea era llevarla de a poco y con baja responsabilidad, la ausencia de Gretter indefectiblemente cargará peso en sus hombros. Este arranque de temporada, ahora sí entre las 12 del Famila Schio que disputa tanto A1 como Euroliga (su segunda temporada en esta competencia), bien podrían resultar un plus a su favor.
Continuando con el perímetro no hay mayores misterios. La vuelta de Rosset le dará más experiencia y recursos a la media cancha, máxime si “Pepo” González debe trasladar. Al tiempo que las dos aleras del equipo (Andrea Boquete y Natacha Pérez), son más que conocidas y se sabe de memoria por dónde pasará su aporte.
En el plano individual, una de las claves estará en el puesto del cuatro. El regreso luego de la lesión de Ornella Santana es una gran noticia, sobre todo al momento de complementarse en esa posición con Victoria Llorente, y no exponer tanto a Sofía Aispurúa, la cual continúa evolucionando luego de su larga inactividad por lesiones; algo que se notó en la AmeriCup.
La baja a último momento de Mara Marchizotti le abrió la puerta del regreso a Celia Fiorotto; y con ella, Agostina Burani y la otra debutante con Chagas, Sol Castro, completan la plantilla.
En el plano colectivo hay que hablar de atrás hacia adelante. En los pocos días de entrenamiento con el plantel completo, el cuerpo técnico apostó fuerte a tratar que las chicas recuperen el fuego interior, y que el mismo sea volcado en la defensa.
La palabra “intensidad” retumbó mil veces en el Dow Center, al igual que “concentración”. No por viejo y trillado el axioma “defensa gana campeonatos” deja de ser cierto. Eso, sumado a los problemas de rebotes que tuvo Argentina, fueron de los lunares más grandes que mostró en el último torneo.
Cruzando la media cancha, la situación también deberá cambiar. Al escueto planteo de pick and roll por el eje, sin hacer uso de la caída del grande; o la rotación del balón por el perímetro sin más brújula de daño que el tiro a larga distancia (esperando tener la puntería de su lado), necesariamente la celeste y blanca deberá darle variantes.
Con Rosset y Chagas se suman manos que aportan penetración y puntos de media distancia, pero para que la maquinaria funcione, los engranajes deben estar bien aceitados.
Retomando lo dicho párrafos atrás, una de las claves pasará por las ala pivots, y no solo para salir a tomar tiros de tres (algo que se buscó en Puerto Rico), sino para jugar en tándem con las pivot y de esa forma concretar otro nicho de anotación.
En general, habrá que ver si el entrenador Leonardo Costa se anima a plantear una rotación larga, apostando a dosificar los tiempos en el parquet y con ello, ayudando a mantener el ritmo deseado, o se mantiene en la idea mostrada hasta acá, de usar no más de siete y que el resto tenga un puñado de minutos.
Las rivales (podes repasar cada uno de los planteles pinchando acá)
Si bien ya está clasificada para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la fecha le vino como anillo al dedo a los Estados Unidos para traer casi todo su potencial a Bahía Blanca.
Con la NCAA recién comenzando y varias de sus figuras aún sin firmar en la Euroliga, el máximo candidato al oro olímpico vuelve a poner una plantilla plagada de jugadoras WNBA en un torneo americano luego de 12 años.
El último antecedente fue el FIBA Americas 2007 en Valdivia. De aquel equipo se repetirán tres nombres, por los cuales bien vale la entrada: Seimone Augustus, Sue Bird y Diana Taurasi.
De más está decir que corre como máximo favorito a terminar el cuadrangular primer e invicto.
Después aparece Brasil. El entrenador Netto repite 10 de las 12 jugadoras con las cuales obtuvo el tercer lugar en Puerto Rico, cambiando únicamente a Nadia (jugó solo 3 de los 6 partidos) y a Alana Goncalo.
El daño en la pintura y en los cristales son el pan de cada día de este equipo, que de igual manera suma recursos en todas sus posiciones. Damiris, Clarissa y Erika son la voz de un equipo que sabe conjugar con el aporte de Patty y Tati.
Por último Colombia llega en clara desventaja. Ya la AmeriCup de Puerto Rico le había significado un retroceso ir sin Diana Prens y sin Tatiana Mosquera, esta última por doping positivo en los Panamericanos.
Ahora le agrega cuatro bajas más, dos de las cuales son marcadas. Yaneth Arias y María Palacio no dirán presente. La primera fue la tercera jugadora con más puntos y minutos del plantel en la isla, mientras que la otra pasó la barrera de los 16 en el parquet.
Las otras dos faltantes son Mayra Caicedo (12.3 minutos y 2 puntos) y Carolina López. En su lugar el profesor Luis Cuenca recurrió a las divisiones menores, al punto tal que la flamante campeona del Sudamericano U17, Naylee Cortes será de la partida.
Este es el cronograma completo
Jueves (transmitido en vivo y gratis por Facebook y youtube de FIBA)
18:30 – Estados Unidos vs Brasil.
21:00 – Argentina vs Colombia.
Sábado (transmitido en vivo y gratis por Facebook y youtube de FIBA)
18:30 – Brasil vs Colombia.
21:00 – Argentina vs Estados Unidos.
Domingo (transmitido en vivo y gratis por Facebook y youtube de FIBA)
18:30 – Colombia vs Estados Unidos.
21:00 – Argentina vs Brasil.
Foto: FIBA.
Emanuel Niel
@ManuNiel
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