No quedaban más caminos que la victoria, porque la cifra de derrotas ya sumaban cuatro, porque el plantel estaba comenzando a bajonearse, porque la próxima fecha será el clásico y porque entre las malas noticias se recibió una alta exigencia por la reserva de Jasón Osborne.
Entonces Peñarol salió dispuesto a no regalar nada y no perder la concentración. Y de movida tras un arranque favorable al “Lobo” vía Zalatel, la defensa presionó toda la cancha, ahogó el traslado de G.R. Fernández (que completaría un mal partido) y disfruto de un inspiradísimo Pittman autor de 15 de sus 31 puntos en los primeros 10 minutos. Promediando el cuarto el local abandonó la marca individual y se recostó en una zona 2-3 que lo ayudó a Moore a protegerse de Watson (única arma que encontraba Gimnasia), entonces el círculo se cerró. La diferencia fue de 9 (26-17) en el primer parcial y un presagio de lo que vendría.
En el segundo cuarto, Moore se quedó en el banco y Saltaron a la cancha Alejandro Olivares y Mauricio Hedman, ambos junto con Pricket, formaron un terceto alto para contener a los peligrosos extranjeros visitantes. Y la apuesta defensiva resultó efectiva. Pittman jugando como escolta tuvo responsabilidades de traslado y fue mejor tomado por el reingreso de Bulfoni y doblado en todas las esquinas. Entonces el goleo de ambos cayó. Pero Peñarol salió mejor parado y amplió su ventaja a 12 al cabo de los primeros veinte: 42-30. Gimnasia no encontraba respuestas en su media cancha y los porcentajes fueron muy pobres (42% 11/26 en dobles y 28% 2/7 en triples con pocos tiros libres, 2/3)
El local liquidó el partido en el tercer segmento. La intensidad defensiva siguió siendo la madre de la victoria y Pittman volvió a tomar mucho protagonismo en el aro rival (9 pts), mientras aparecían Pricket y Olivares entre los internos. Gonzalo García hizo todo lo que tenía a mano pero nada le salió. Cambió los dispositivos de defensa, ensayó presión toda la cancha y media cancha, rotó el banco, pero estaba visto que el partido era del local. Quizás el punto más flojo fue que careció de conducción, ya que Fernández fue absorbido por la marca de Tato Rodríguez primero y Fernando después y Gimnasia nunca tuvo ni juego de pases y ni acciones que terminaran como obra de equipo sino de individualidades (tres asistencias en todo el partido).
En el final del tercer cuarto el negro Romano jugó con tres juveniles (Lisandro León Liguori, Bruno Romano y Juan Pablo Sánchez) junto con Olivares y Pricket y lejos de darle la oportunidad al rival de achicar la diferencia, aumentó de 20 puntos a 23 al cierre del parcial.
El final es una lógica consecuencia de un partido que ya estaba definido, Gimnasia bajó los brazos y sólo quedó tiempo para ver un par de acciones espectaculares de Fernando Rodríguez que decoró su actuación en ofensiva de todo lo bueno que hizo en defensa. Peñarol fue un equipo prolijo que sólo perdió 6 pelotas en todo el partido y que definió el encuentro en la zona pintada (6/12 en el primer tiempo y 12/15 en el segundo). Su público se fue con una sonrisa, a sabiendas que la etapa de sufrimientos quizás haya terminado y que se viene Quilmes el viernes.
Peñarol 92: S. Rodríguez 7, F. Rodríguez 16, Pittman 31, Moore 2 y Pricket 17 (fi) Olivares 8 (x), Hedman 6, Liguori 2, J.P. Sánchez 3 y Romano 0.DT Carlos Romano
Gimnasia 74: G.R. Fernández 2,Bulfoni 6, Zalatel 20, Smith 14 y Watson 16 (x)(fi) Lauro 9, Moravansky 0 y López 7 (x) DT Gonzalo García
Cuartos: 26-17, 42-30, 69-46
Árbitros: Raúl Chavez y Aldo Ludueña
Pablo Tosal
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