Después de la supremacía tan marcada en la fase regular por Barcelona y Real Madrid, no era ilógico vaticinar una nueva final entre ambos. De hecho llegaron con los planteles más largos, sin problemas de lesiones y con todo el aura para ser protagonistas. Por un lado Barcelona lo cumplió aunque por el otro no. Real Madrid terminó por debajo de las expectativas, cedió dos partidos totalmente inesperados y quedó afuera de la primera ronda.
¿Contexto? ¿Torneo corto? ¿Repercutió lo físico? En todo caso la historia fue similar para todos. Real Madrid llegó como uno de los favoritos, con jugadores renovados, un roster versátil para diferentes tramos de los partidos y desgastar al rival en ese aspecto si era necesario.
Algo habitual que desarrolla además de su intensidad de juego y la defensa con varios laderos a la cabeza. Poco de eso se vio para un elenco que fue impactado en la segunda jornada para luego sufrir un segundo y peor golpe. Como final, no depender de sí mismo y terminar jugando sin chances de clasificar.
Real Madrid cerró con marca de 3-2 y una inestabilidad sorprendente. Más allá de un comienzo ciertamente sólido ante Gran Canaria, ya mostró dificultades y picos muy altos pero también baches que luego se incrementaron con el correr de los partidos.
De hecho inicio con Laprovittola con un pasaje fenomenal sumado a la banca, un tiro de tres que dio muchas soluciones y un ritmo al estilo NBA en los primeros 12/15 minutos. Ese primer juego es un gran ejemplo, por su arranque, como fue bajando la intensidad más allá de su rotación, defensivamente decreció, tuvo menos gol en el tercer periodo y recién en el final lo destrabó con su impronta.
Dichos problemas de intensidad, concentración y en defensa quedaron claros luego. En la segunda presentación ante San Pablo Burgos todo varió por completo. Menos concentración tras un comienzo cómodo (12-2) y luego errores por todas partes. Es cierto que Burgos mostró regularidad, carácter y bomberos de sobra para sostener el partido. Jugó a un ritmo muy alto y el Madrid con menos variantes claras.
Fernandez (5.2 ppp, 2.6 rpp, 1.5 app), Taylor (5.0 ppp, 1.4 rpp) y Causeur (6.2 rpp, 1.4 rpp, 1.4 app) con pocos tramos positivos, Carroll inestable y solo la dupla Campazzo - Tavares como motor sumado a Deck. La defensa interna sorprendió por sus problemas y las variantes incansables que tuvo que hacer Laso para mejorar atrás. Una caída dolorosa sobre todo por dar vuelta el juego y como no cerrarlo como se esperaba y Burgos jugar a un nivel de candidato de la Liga. Primer impacto.
Sin dudas que el partido contra Valencia mostró los problemas del Madrid. Un tiro externo que prácticamente no ingresó, la banca que elevó dudas en intensidad y lo defensivo además de nuevos pasajes donde el equipo tuvo diversas caras.
Por momentos superando claramente al rival, dominio en los tableros e intensidad y otros tanto ido del juego. Como pocas veces dependió al extremo de un par de jugadores. Un juego excepcional de todo punto de vista de Campazzo (11.5 ppp, 2.5 rpp, 5.0 app en el torneo) salvando las ropas pero dejando en claro que el Madrid debía jugar a un nivel muy alto para ganar.
El golpe total llegó en la cuarta jornada. Real Madrid se encontró en el camino ante un rival con un plan de juego, que supo como dominarlo de principio a fin, secarlo ofensivamente y hasta ganar cerca de los tableros. Como nunca el Madrid sufrió los pases volado que terminaron en Alley Oop o perdido ante defensas rivales.
Sin plan de rescate, la banca sin ideas, salvo pasajes de Campazzo y luego Llull sumado a Tavares, el resto prácticamente no estuvo presente. Muy poco de Randolph (8.3 ppp, 3.0 rpp) sobre todo en defensa y Laso necesitó mucho de Thompkins (11.8 ppp, 4.2 rpp, 2.1 app) como jugador polivalente para sumarse a campo. Ni hablar lo de Deck (9.5 ppp, 3.7 rpp, 1.5 app), otro de los ingenieros en el juego y por momentos en la ofensiva del equipo.
Lo peor de todo: Llegar al último partido con la eliminación en la mano. ¿Será una caída que tendrá cambios en el equipo? Las dudas sobrevuelan con fuerza sobre la salida de Campazzo, ya se habla del regreso de Laprovittola al Joventut y moldear el juego externo con otros tiradores y algún elemento versátil más consistente (Abalde como candidato). Poco del Madrid en cuanto a intensidad, concentración y su notable capacidad para dominar, algo que se vio realmente muy poco. Una sorpresa Real para propios y extraños.
José Fiebig
@Josefiebig
DEJA UN COMENTARIO