Para Libertad todo inicio de temporada es un calvario. Saber si estará presente o no en la Liga y con que plantel formará para ser parte. Estuvo en duda para jugar aunque finalmente lo logró y nuevamente con Sebastián Saborido a la cabeza. Un elenco muy renovado, apostó a ciertos nombres jóvenes sumado a mucha experiencia y otros debutantes. Un extranjero de calidad para generar un mix que terminó respondiendo y que estuvo a punto de llegar a playoffs.
El tigre trató de ser lo más competitivo posible. Su 16-22 marca que lo logró quedando a solo un juego del último puesto de clasificación a playoffs. Fue de los pocos equipos que soportó los vendavales con el mismo equipo, apenas lo retocó en el correr del torneo y nunca sufrió por el descenso. Lógicamente con la irregularidad como cabeza pero sin padecer en demasía en lo defensivo. Cumplió y de buena manera pensando en su objetivo base.
Libertad tuvo un inicio complejo en el torneo. Apenas dos victorias en nueve presentaciones con la defensa caída y encontrar el ritmo de juego mas conveniente. Alloatti (9.4 ppp, 4.1 rpp) y Hure (9.5 ppp, 3.6 rpp) fueron caudillos para tratar de llevar su experiencia a buenos términos. Le costó tener rachas positivas aunque bajó el ritmo de los rivales y comenzó de a poco a mostrar una mejor imagen atrás. Tuvo un par de derrotas contundentes (71 - 47 vs Platense y 95 - 66 vs San Lorenzo) pero resistió más allá de eso.
Siempre con Mosley (12.4 ppp, 38% en triples, 7.3 rpp) como su ofensiva más clara. Por momentos Libertad se apoyó demasiado en su escolta anotador y le costó encontrar en sus nacionales mayores respuestas. Corzo (9.4 ppp, 37% en triples) colaboró por momentos desde la banca, lo propio Saglietti con su calidad (9.0 ppp, 2.8 rpp, 3.4 app) para un plantel inexperimentado en otros valores. Los Alonso (Augusto y Manuel) llevaron las riendas, Eydallín sumó rodaje como nueva carta en el perímetro.
No funcionaron ni Bolling ni Gómez en sus llegadas al equipo. Más allá de eso, Libertad le ganó a prácticamente todos los equipos de la parte baja. Venció a Bahía Basket, a Oberá en un par de oportunidades, en el cierre a La Unión, Peñarol y Argentino en cierres muy apretados generando su chance de playoffs.
Sus 76.0 ppp con 31% en triples por momentos no fueron suficientes pero cuando engranó atrás fue un problema para varios y de hecho, ganó los juegos de atrás hacia delante. Dio el golpazo ante Quimsa 76 - 72, venció con autoridad a Atenas y hasta cerró con un éxito ante Instituto. Estuvo muy cerca del impacto y sobre todo libre del fondo.
José Fiebig
@Josefiebig
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