Después de diez derrotas consecutivas y vivir pasajes muy adversos, los dirigidos por Lancellotti lograron reencontrarse con el triunfo y nada más, y nada menos, que ante el Tricolor de Resistencia, que pugnaba por regresar a la cima de la tabla.
El Aurinegro apretó muy fuerte el puño y festejó de manera especial, porque en estos meses se le escaparon juegos por escaso margen, y varios en tiempo suplementario. Urgía por una alegría que actuara como punto de partida para una recuperación en la temporada.
Además, la jerarquía del rival y sus ganas de salir de esta pesadilla, enaltecen más aún esta victoria. Central derrotó 75-70 a Villa San Martín y se vuelve con una sonrisa desde Villa María. Seguramente y analizando sus estadísticas, no le genera conformidad o tranquilidad, pero sí, una sensación de esperanza hacia el futuro.
El Aurinegro siguió entregando todo, individual y colectivamente. Temperamento, actitud, rebeldía y mucha pasión, pero las caídas parecían quitarle confianza.
Recuperó mayor volumen de equipo y comenzó a aclarar su propio camino en búsqueda de su mejor versión. Los de Resistencia lo exigieron hasta el final, de hecho sacaron una brecha de 64-57, a los 5 minutos del último capítulo. Desde ese punto, Central estampó un pasaje 12-2 para revertir, con 1:30 en el reloj. Así se abrió un tramo de definición apasionante, en el que prevaleció el semblante del Aurinegro.
Síntesis
CENTRAL: Correnti (2); Vittar (20); Tabbia (11); Barrales (18); Zalio (14); Crotti (5); Guevara (5); Gorosito; Manasero; Sambrini. DT: Enrique Lancellotti.
VILLA SAN MARTÍN: Cabrera (2); Favio Vietta (9); Franco Vietta (11); Picton (17); Waters (8); Romero (18); Fernández; Pérez Doutart (5); Barroso; Dargoltz; Pegoraro De Simone. DT: Castro.
Árbitros: Mendoza-Mukdsi-Silva.
Estadio: Club Ameghino de Villa María.
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