Una de las cuestiones a visualizar en el partido era cómo el equipo de Julio Lamas iba a parar a un Luka Doncic que venía de hacer una actuación histórica de 48 puntos. En un principio, se vio una marca muy buena de Tanaka y Hachimura. Sin embargo, concentraron tanto su juego en él que Zoran Dragic tuvo camino libre para controlar el juego; repartió una asistencia y consiguió una falta desde el triple para poner en ventaja a su Selección rápidamente (6-2).
Si bien Doncic hizo de las suyas (13 pts, 2 rebs, 3 asist), en Japón se mostraron como amenazas ofensivas internas Hachimura (13 pts) y Edwards; aunque una vez que Eslovenia tomó nota de esto y concentró su defensa en la pintura, desprotegiendo el perímetro; cosa de aprovechó Dakaiki Takana para sentenciar 6 puntos con 2 de 3 en triples. Con una paridad muy grande, los primeros diez minutos se lo llevó Eslovenia por 29 a 23 , sobre todo por el nivel de acierto que tuvo en tiros de campo (11 de 15).
La clave para mantenerse en partido fue la gran disciplina defensiva que mostraron durante todo el encuentro; no se quedaron frustrados por la imposibilidad de parar a Doncic, siempre iban en búsqueda de detectar los movimientos de sus rivales. Y la gran piedra fundacional en esta mentalidad fue Hachimura, que jugó todo el primer cuarto y se desgastó mucho en defensa.
Evidentemente, ese desgaste en la defensa se vio reflejado en la ofensiva. Japón no tuvo la paciencia para poder materializar esas buenas defensas en transiciones interesantes. En los primeros minutos del segundo cuarto convirtieron un tiro de cinco, mientras que Eslovenia con Doncic y Dragic sacaron una ventaja de 11 puntos (36-25).
Sin embargo, el ingreso de Makoto Hiejima por Tanaka oxigenó la ofensiva de Japón, el base aportó una asistencia y 5 puntos, pero su valor estuvo en la creación del juego. A partir de su ingreso, la bola comenzó a circular más rápido y tanto Yudai Baba (4 pts), como Yuta Watanabe (5 pts y 3 rebs) se vieron beneficiados.
No obstante, esto no le alcanzó para emparejar a una Eslovenia sin Luka Doncic, que descansó casi todo el cuarto, ya que los ingresos de Klemen Prepelic (5 pts y 3 asist) y Edo Muric (5 pts y 5 rebs) también le salieron bien a Sekulic. De esta manera, los eslovenos se fueron al descanso ganando por 53 a 41.
Los rebotes y los puntos en la pintura es lo que verdaderamente está condicionando a Japón. Eslovenia convirtió el 77% de sus dobles al medio tiempo y cazó 25 rebotes. Y por supuesto, es algo que no paró en el tercer cuarto.
Aunque en el inicio del mismo se dio una situación particular, ambos equipos comenzaron a repartirse puntos constantemente, como si se tratara de una pelea de boxeo donde uno golpea y el otro responde. Obviamente, que si en el lado rival tenes a Doncic, ese “palo por palo” no termina saliendo a cuento (66-48).
Otro problema que no supo solucionar Japón fue el poder acortar distancia cuando no estaba Luka en cancha. Y justamente, el técnico de Eslovenia lo sacó luego de que cometiera la tercera falta. Zoran Dragic con 22 puntos fue el que se hizo cargo del equipo y a quien Japón nunca pudo descifrar. Lamas probó con Watanabe, Hiejima y Togashi para defenderlo pero no resultó efecto. Por eso, a pesar de los 27 puntos de Hachimura, Japón se fue al último cuarto perdiendo 80 a 64.
El final del partido fue una simple extensión de lo que se vio durante todo el partido. Japón sin mostrar demasiadas herramientas ofensivas, solamente esperanzados en genialidades de Rui Hachimura que terminó con 34 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias.
En Eslovenia se vio un equipo muy compenetrado, demostrando que son más que Luka Doncic; y es por ese lado que también se explica la victoria de la selección europea. Porque si bien Luka convirtió 25 puntos, terminó con 2 de 8 en triples. Mientras que Dragic, Cancar y Blazic hicieron un esfuerzo increíble para que Eslovenia se termine llevando el partido por 116 a 81 y sellando una clasificación muy merecida.
Tomás Ordoñez
Pick&Roll
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