Después de tanto remar, Regatas finalizó el Súper 20 con dos victorias consecutivas. El camino fue muy duro, pero son situaciones que pueden suceder cuando comienza una nueva temporada. Es muy difícil no recordar el 0-4 con el que empezó este equipo correntino la competencia, que aunque hayan sido partidos muy ajustados, no podía encontrar su juego, y plasmar las ideas del entrenador y de sus figuras en el parqué del Ángel Sandrín. El triunfo en la quinta jornada frente a Olímpico (89-85, que hubiera sido fundamental para los santiagueños), fue un alivio para afrontar la segunda instancia con chances. Pero llegó la noticia de la lesión de Nicolás Aguirre, y el panorama se volvió más que desalentador.
Con todo, Piccato confiaba en su equipo, lógicamente, y sobre todo, en la hinchada del fantasma, que se iba a hacer sentir en el Contte. Sin embargo, debut con derrota ante San Martín, luego ante La Unión (los dos elencos que avanzaron al F8). Ahí, cuando la mirada empezó a a enfocarse más hacia el futuro, hacia el comienzo de la Liga, este Regatas empezó a jugar diferente. Empezaron a entrar tiros que quizás no venían entrando, y la defensa se construyó ladrillo por ladrillo. Sin inconvenientes le ganó a Comu, y con un gran juego colectivo se impuso ante un durísimo Oberá en la noche del viernes, con lo que terminó con dos victorias seguidas, para empezar a mirar hacia el horizonte con otros ojos.
Y claro, Oberá dejó todo y más. Cuatro jugadores finalizaron en doble dígito: Slider (21), Robinson (17), Feder Ponce (16) y De los Santos (13). Pero le faltó lo que tuvo Regatas, la ayuda desde el banco. A pesar de los 13 de David, de los 11 de Giordano y los 10 de Paolo, los puntos más importantes llegaron de las manos de Hogan (19+7 Reb) y de Agustín Caffaro (15), que ingresaron como relevos. En total, el banco de Piccato sumó 37, mientras que el de Demti sólo aportó 6. Y como si fuera poco, también lo dobló en asistencias: 18 para los correntinos, 9 para los misioneros.
En el primer tramo del juego OTC marcó el rumbo, poniéndose 6 a 0 arriba. A Regatas le costó abrir el aro, demorando casi tres minutos en anotar, y allí empató las cosas en 6 promediando el cuarto. Sin embargo, Oberá se hizo fuerte con Feder Ponce y Peralta, para poner un parcial de 14 a 0 (20 a 6) llegando al minuto de cierre. Piccato se vio obligado a mover el banco, y pudo limar la distancia, cerrando el parcial 21 a 11.
El duelo se emparejó al inicio del segundo parcial, jugándose punto a punto, hasta que a los ocho minutos el “remero”, de la mano de su ídolo eterno, del gran Paolo Quinteros, pudo poner un gran parcial a su favor y pasar por primera vez al frente por 29 a 32. Quinteros marcó el rumbo con un gran momento donde anotó 8 puntos seguidos. Sin embargo, los misioneros respondieron con De los Santos, para dejar las cosas en tablas, 36 a 36, al final del primer tiempo.
De regreso tras el descanso largo, el partido siguió parejo, con un goleo amplio de ambos equipos, quienes intercambiaban gol a gol, y se prestaban la ventaja, por lo que en el transcurso del periodo no hubo un dominador. Con un goleo bien repartido en ambos elencos, se fue el tercer parcial que tuvo una total paridad, y que finalizó 64 a 65 en favor del “fantasma” con un triple en los últimos segundos en las manos de Fernández.
Entrados en el último capítulo, Regatas Corrientes encontró en diversas manos los puntos que llegaron con buenos movimientos de balón, para tomar una leve ventaja de 72 a 81 en seis minutos de juego. A falta de minuto y medio para el cierra, OTC reaccionó y se puso a una posesión de distancia, 79 a 82. Pero el “remero” soportó la embestida final y manejando el duelo se quedó con la victoria por 80 a 85.
Informe: Prensa AdC y Prensa Regatas. Fotografías: Liga Nacional
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