El día ha llegado. Por fin equipos de Conferencia Norte y Sur se verán las caras, al menos y en principio por 24 horas, bajándole la persiana del 2022 a la actividad nacional de clubes femeninos.
El evento, mal llamado Final Four (no termina nada) tendrá como sede la ciudad capital de Neuquén, tras ser Pacífico el ganador de la licitación. Pero de igual forma no se jugará en el reducto aurinegro, sino en el archiconocido Ruca Che, mejorando considerablemente el escenario de disputa.
Al invite llegaron Obras y las dueñas de casa por el extremo austral, más Quimsa de Santiago del Estero y Montmartre de Catamarca del otro segmento, con una promesa de grandes juegos y suma paridad.
Claramente, al no existir cruces previos, es sumamente difícil imaginar el desarrollo de los trámites, aunque por lo hecho hasta acá hay situaciones que podrían desequilibrar la balanza para uno u otro lado.
En principio aclarar que este viernes irán las dos semis. A las 19 abrirán Obras ante Montmartre; mientras que para las 21:30 está previsto el inicio de Quimsa con Pacífico. El sábado en tanto, desde las 19, cruzarán ambos ganadores para conocer quién se adjudica el torneo y por consiguiente, la plaza para Liga Sudamericana 2023.
Con estos cuadros los ítems generales parecen claros. Obras apostará a su dinámica, con una defensa que sigue creciendo, y un ataque anclado en tres pilares: Camila Suárez, Luciana Delbarba y Belén Echeverría.
Pese a haber iniciado a los tumbos, con cambio de técnico incluido, Montmartre encontró cierta regularidad en la parte media de la primera fase y con eso le alcanzó para meterse en este Súper 4.
No está totalmente afianzado (así lo demostraron sus últimos partidos) y eso le puede jugar en contra. En resumen, es una gran caja de pandora. Si el binomio Soto-Martínez calienta motores, es difícil darle vuelta un match. Pero bien sabido es que quien a hierro mata, también a hierro muere.
En este hipotético escenario es más previsible lo que pueda generar el “tachero”. El misterio catamarqueño pone la balanza 50 y 50, y de allí lo atractivo del encuentro, al menos en la previa.
Por su parte el otro cruce tiene características distintas. Quimsa fue el más regular de toda la fase regular, al punto tal de ser quien primero llegó a los diez triunfos. A coro resonará desde el Sur que no hubo cruces y es real, pero en cuanto a dinámica de juego no tuvo grietas tan marcadas como sus adversarios.
Esta serie marcará la vuelta de Johanna Puchetti a la fusión, siendo un gran interrogante cómo la incluirán dentro de la rotación, debido a que su juego interior (Ledesma-D´Agostino) fue de lo más alto del equipo hasta acá.
Enfrente Pacífico inició muy arriba, y si bien no tuvo una caída estrepitosa ni mucho menos, ciertas turbulencias marcaron la última parte de su andar hasta llegar al Súper 4.
Como se preveía, el arribo de Valeria Fernández potenció a su media cancha, como también dieron gratos pasos al frente Sofía Paoli y la juvenil Natassja Kolff, la cual sin ocupar el puesto de alero que tanto anhela y el básquet argentino necesita, le sacó provecho a sus minutos cerca del canasto.
A todo o nada, en 32 minutos cada serie dará al menos una mínima aproximación sobre la realidad de cada Conferencia, para leer, al menos en una línea y sosteniendo con pinzas, cuánta diferencia (o no) hay entre grupos.
El básquet femenino de clubes despide el año sin pantalla (solo se verá por basquetpass) aunque con la ilusión aún intacta de que la verdadera definición de la liga, allá sobre fines de marzo, sí sea transmitirá para todo el país por cable o aire.
Emanuel Niel
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Rody casini 16/12/2022
basta a los 32 minutos y hasta toleraría, algunos no todos, el resto de los cambios .. pero el juego debe ser de 40 Minutos porque ya está demostrado que jugar 32 es sumar para abajo ........
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