El básquet las encontró, el amor las unió y el deseo de formar familia hoy las invita a un nuevo comienzo, alejadas de su ámbito natural: una cancha.
En breves palabras así se podría resumir el camino que comenzaron a transitar Gabriela Romero y Ariadna Bosch. En principio y como punta de iceberg, jugadoras del Lloret en la Primera Catalana, pero mirando más allá, una pareja enamorada y con un proyecto de vida que va germinando.
“Yo diría que la conozco desde que llegue a Lloret” comenta Gabi, y sin perder tiempo remata: “Ari no me dio bola al principio, pero yo ya había puesto el ojo ahí, era mi compañera de club”. Con el orgullo a flor de piel cerró esa primera frase: “Desde el 1 de septiembre del 2020 que tengo la suerte de tenerla cerca mío. Primero como compañera y luego ya oficialmente somos pareja desde febrero del 2021”.
Sobre el deseo de formar una familia, la riojana explicó que “más o menos al año surgió la conversación. Puesto que no somos 2 pimpollos sino más bien dos treintañeras pasaditas es que comenzamos a hablarlo y coincidimos desde el principio que ambas queríamos ser madres. Luego de largas charlas llegaron las consultas en algunas clínicas de Girona, hasta dar con la Clínica IVI, donde todo inició”.
Ya con el objetivo trazado “Ari dejó de jugar en la temporada pasada, porque comenzamos el tratamiento y ella llevaba la parte más compleja, la panza. La verdad es que el tratamiento es bastante largo y un poco durito. Mucha medicación, controles, miedos, etc. Yo fui la mamá donante de óvulos y ella la mamá gestante”.
Atravesando esa montaña rusa de sensaciones en completo silencio, tras un tiempo llegó el momento de anunciar la buena nueva. “Al club no le dijimos nada en un principio, porque tampoco teníamos certezas de nada. Luego sí lo supo el cuerpo técnico, para ayudarme con las ausencias al entrenamiento, viajes y cosas así. A los 3 meses del embarazo se lo comunicamos a todas las compañeras y amigos”.
Mirando al futuro inmediato, Gabi mencionó que “tenemos fecha de parto para el 15 de octubre. Y bueno, es por todo esto que decidí yo también retirarme para comenzar a transitar esta nueva etapa. Una cosa más de tantas que ya me dio el básquet. Ahora me da mi bella familia”.
Sobre cómo será el día a día fuera de las canchas, Romero explicó que “seguiremos con nuestros trabajos habituales. Ari es maestra de primaria y yo trabajo desde hace 3 años en un casino”.
Por último, y dejando un mensaje muy dulce, Gabriela Romero afirmó que “no sabemos muy bien cómo se juega este tipo de partidos pero lo que sí sabemos es que nos dejaremos la piel, como lo hicimos en las canchas durante más de 20 años”.
Emanuel Niel
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