Dos duros golpes para Instituto, de los cuales deberá restablecer rápida conexión pensando en lo que se viene. Es cierto que de local tuvo baches, y estuvo al límite por momentos pero logró imponerse 2-0, algo que no pudo reflejar como visitante. Perdió fluidez, eficacia, velocidad y una ofensiva que nunca apareció de lleno. Se frustró demasiado y peleó más de lo que jugó en La Bombonera. Lo repasamos.
La ofensiva fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes problemas de Instituto en el Juego 3 y 4. Algo extraño, si contamos que la gloria tiene una cantidad notable de variantes para aparecer en diferentes momentos sumado a su 81.7 ppp en la temporada y los 93.0 ppp (con 15 minutos más) que logró en los primeros dos compromisos. Todo eso se vino a pique promediando apenas 67.0 ppp con muchos errores que privaron al equipo en todo momento.
Instituto cayó en la idea defensiva de su rival. Volvió a tener desconectado a Vildoza, quien no logra aparecer de lleno dentro del juego y como activo en ofensiva. A diferencia de los duelos anteriores, ni Pomoli ni Lugarini lograron imponerse, estuvieron alejados del canasto y obligados al tiro externo. La gloria con apenas 7 de 26 a distancia en el Juego 3, y aunque intentó hacer daño con Saiz y Acuña como emblemas, ambos comenzaron a ser mejor contenidos en el ajuste y sin pasar a tiempo perdiendo el balón.
Más allá de la capacidad anotadora, Instituto no encontró respuestas ni continuidad. Cosolito anulado en el Juego 3, Copello como su jugador más regular en juego, frialdad y gol pero el resto con excesivos altibajos. Hoover y Jefferson con minutos acotados, sin poder responder y fallando atrás. Si bien Instituto cerró con 13 triples el Juego 4, apenas tuvo 39% en dobles y con 11 lanzamientos encestados, muy por debajo de su media. Dependió del triple, no pudo correr y las pérdidas volvieron a ser un problema.
Jugar de visitante viene siendo un tema a resolver. Instituto apenas tiene una marca e 13-12 jugando fuera de casa, y de hecho solo tiene una victoria en los playoffs en dicha condición (vs Regatas), luego cedió en ambos juegos ante Olímpico y ahora ante Boca por duplicado. Recibe 78.2 ppp, una media muy alta para un equipo top que está en una final. Por momentos perdió el enfoque, jugadores y sobre todo Victoriano enojados con el arbitraje (flojísimo en general) y dejando el partido a un lado teniendo una temprana frustración.
La gloria tiene todo para recuperarse pero debe volver a reencontrarse ofensivamente y desde lo colectivo. Perdió fluidez, velocidad, frescura y ganó mucha frustración, enojo y errores no forzados que lo llevaron a que Boca crezca y encuentro otras respuestas. Es cierto, Instituto estuvo al frente en el Juego 3 62 - 58 y apenas 63 - 62 abajo en el Juego 3, pero careció de soluciones en ambos costados sin dar la puntada. Demasiados grises que deberá solucionar.
José Fiebig
@Josefiebig
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