En caso que gane Libertad habrá un sexto encuentro 72 horas más tarde, otra vez en el Hogar de los Tigres, en Sunchales.
Estudiantes viajó a Santa Fe con la premisa de llevarse un juego para recuperar la ventaja de localía pero logró mucho más, ya que ganó con autoridad el tercero y cuarto enfrentamientos y está a un paso de la gloria.
El “Bataraz” ahora sabe que tiene la posibilidad de liquidar la serie ante su público y reivindicarse de la derrota sufrida en el segundo juego.
En caso de coronarse bicampeones, los de Olavarría obtendrían su quinto título en tan sólo 12 meses, algo que demuestra con creces que es, por lejos, el mejor equipo del país, una distinción muy difícil de alcanzar en cualquier deporte.
En el olavarriense estará en duda el base y capitán Gustavo Fernández por padecer un esguince en el tobillo izquierdo que arrastra desde el tercer partido, y como no se encuentra en condiciones seguramente sólo será utilizado si resulta imprescindible.
El lugar que deje vacante el “Lobito” será ocupado nuevamente por el movedizo Daniel Farabello, quien aporta más velocidad y le da un ritmo más vertiginoso a los movimientos del “Bataraz”.
El blanquinegro sabe bien lo que quiere porque tiene un entrenador estudioso y capaz como Sergio Hernández y cuenta con jugadores que trasladan al rectángulo de juego todo lo que le trasmite su joven técnico.
En Libertad está en duda el escolta Mariano Cerutti, quien es el símbolo de su equipo por haber salido de las inferiores, ya que padece una contractura en el abductor de la pierna izquierda, aunque el hecho de que podría ser el último partido de su equipo en la temporada hará que sea arriesgado.
Los de Sunchales necesitan un mayor protagonismo de su base Facundo Sucatzky, quien sólo gravitó en el segundo juego, casualmente la única victoria de Libertad en la serie.
En los dos últimos partidos Sucatzky fue absorbido por la defensa de Estudiantes, que por momentos le dobló la marca y le provocó muchas pérdidas, principal déficit de los aurinegros a lo largo de toda la temporada y también en esta serie en la que promedian 19,5 en la final.
Además, los santafesinos deberán imponer su ritmo, tener una acertada selección de tiros, jugar con mucha intensidad y concentración para disimular su disminuido plantel y tener posibilidades de alargar la serie, caso contrario le será muy difícil sacarle la posibilidad de festejar a Estudiantes.
Para Estudiantes el segundo título consecutivo está muy cerca --tendría que perder tres partidos seguidos para no lograrlo, algo poco probable por la realidad de Libertad-- por lo que tiene todo en sus manos para festejar en el Parque Guerrero.
Igualmente sus jugadores y cuerpo técnico están convencidos de que no deben confiarse para que no les pase lo del segundo juego, porque Libertad, como un león herido, querrá atrapar a su presa, ganar en Olavarría y alargar la serie en su madriguera sunchalense.
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